El nuevo radar de tramo de la DGT que ya está en funcionamiento: atención en la vuelta del puente de agosto

La DGT refuerza el control de velocidad como parte de su estrategia para aumentar la seguridad en las carreteras españolas.

Fernando García Ferrer

La Dirección General de Tráfico (DGT) ya ha puesto en marcha la operación retorno de este puente de agosto y está implementando diferentes medidas de seguridad vial en todo el país con el objetivo de mejorar la seguridad vial en las carreteras Españolas. Los datos de la DGT muestran que la velocidad es uno de los principales factores en los accidentes de tráfico. En 2023, se registraron 211 accidentes mortales en los que la velocidad fue un factor clave.

Como medida preventiva para reducir estos incidentes y mejorar la seguridad vial, la DGT ha puesto en marcha un nuevo radar de tramo en la autovía A-8, una de las vías más transitadas de Cantabria, en el tramo comprendido entre el viaducto de Ontón y Castro Urdiales, abarcando una distancia de más de seis kilómetros.

El nuevo radar de tramo sustituye a los dos radares fijos que operaban anteriormente en la zona. “Los vehículos no llevan velocidades homogéneas y los conductores frenan al llegar al radar”, explicó en una entrevista a Onda Cero el jefe provincial de Tráfico de Cantabria, José Miguel Tolosa.

Según la DGT, el objetivo principal de este dispositivo es reducir la siniestralidad en un tramo conocido por los frecuentes accidentes por alcance, causados en gran parte por estas variaciones bruscas de velocidad.

¿Cómo funciona el radar de tramo?

El sistema de radar de tramo funciona mediante la instalación de cámaras en dos puntos diferentes. La primera cámara registra el momento en que un vehículo entra en el tramo controlado, y la segunda cámara, situada más adelante, capta su salida. El tiempo que tarda el vehículo en recorrer esta distancia permite calcular su velocidad media. Si esta velocidad supera el límite permitido, se tramitará una sanción.

Este radar en particular tiene una particularidad: el límite de velocidad varía a lo largo del tramo, pasando de 80 km/h a 100 km/h. Esta variación tiene como objetivo reducir los accidentes por alcance, que suelen ocurrir cuando un conductor frena bruscamente al aproximarse a un radar fijo y el vehículo que lo sigue no tiene tiempo de reaccionar adecuadamente.

Durante las primeras semanas de funcionamiento, el nuevo radar de la A-8 emitirá solo avisos informativos a los conductores que superen el límite de velocidad. No obstante, a partir de otoño, comenzará a tramitar multas para aquellos que infrinjan las normas.

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