Los problemas con okupas en las viviendas suelen ser una pesadilla para los propietarios, y es que los procesos para echarlos se pueden alargar durante meses. Aunque hay algunos que deciden intervenir por su propia cuenta, algo que no siempre sale bien, aunque este propietario de Chicago, ha tenido suerte, y es que tras encontrarse su casa okupada, decidió instalarse con ellos en la vivienda.
Según informan desde el medio local ‘Abc 7 Chicago’ el propietario y agente inmobiliario de Velázquez acudió al inmueble con un posible comprador y descubrió que ya había gente viviendo dentro. “Era como una pesadilla”, explicó, y es que la pareja de okupas afirmaban que había comprado recientemente la vivienda.
Tras llamar a la policía y analizarse los hechos, informaron a Velázquez de que “no podían hacer nada” al respecto y le indicaron que debía iniciar un proceso por la vía civil, ya que la normativa vigente en Illinois impidió a los agentes actuar en ese momento. Tal y como expone el afectado, “lo peor que pasó fue cuando la policía me dijo que no podían hacer nada. Tiene que ir a un tribunal civil”.
Decidió instalarse junto a los okupas: “No me voy a ir”
Viendo que el proceso para recuperar su vivienda se iba a complicar, tomó una medida desesperada. “Dije: ‘No me voy a ir’. Llamé a un par de amigos, me quedé a pasar la noche y sabía que no les iba a gustar”. Así, tanto el cómo su esposa y algunos amigos pasaron la noche en el salón de la casa, mientras los presuntos okupas lo hacían en uno de los dormitorios. “Nos quedamos en la sala, vigilando la puerta. Ellos se quedaron en uno de los dormitorios. Nos quedamos toda la noche con ellos”, explicó Velázquez sobre cómo transcurrió esa convivencia forzosa.
Al día siguiente, los okupas comunicaron a Velázquez cuáles eran sus intenciones después de haber pasado la noche juntos, “queremos 8.000 dólares de lo que pagamos para poder dejar su propiedad”. Tras negociar, ambas partes firmaron un contrato de entrega de llaves, y el propietario accedió a pagar 4.300 dólares a los ocupantes ilegales para que abandonaran la vivienda.
El propietario explica “no queríamos darles dinero, pero escuchamos historias realmente malas sobre ocupantes ilegales que ocupaban propiedades durante seis, ocho, diez meses, incluso un año”.
Los okupas de su casa ya tenían antecedentes
Pocas semanas después de que abandonaran la vivienda, un detective de la policía de Chicago informó a al dueño de la casa de que una de las presuntas okupas, había sido arrestada anteriormente y acusada de robo, falsificación, obstrucción de identificación y allanamiento de morada en otro caso similar. “Había oído historias sobre ocupantes ilegales. Nunca pensé que me pasaría a mí”, contó el propietario.
Por su parte, la mujer acusada de okupación ha negado los hechos, asegurando que “las afirmaciones de que ella es una okupa son falsas e infundadas” y recordando que es “inocente hasta que se demuestre su culpabilidad”.

