Con la llegada del verano y la subida de las temperaturas, tener una piscina en la comunidad de vecinos se convierte en un alivio para muchos. Pero hay que tener en cuenta que su uso puede ser prohibido por la comunidad, y es que al igual que pueden prohibir el uso de la misma a aquellos vecinos que no están corrientes de pago de las cuotas, también pueden hacer a quienes incumplan ciertas normas.
Es muy habitual ver en los recintos de las piscinas de los edificios residenciales un cartel con las normas de uso de la piscina, entre ellos, las que más se suelen repetir, son las de usar la ducha antes de darse un baño, no comer, o no realizar ciertas actividades que puedan ser molestas o perjudiciales para otros vecinos.
Estas normas además suelen estar recogidas en los estatutos de la comunidad, por lo que son de obligado cumplimento, según el artículo 6 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) para todos los vecinos y usuarios de la piscina, por lo que incumplir con ellas puede suponer la restricción del acceso y uso de la piscina.
La ley permite a la comunidad prohibir el uso de la piscina a los vecinos que incumplan las normas
A los vecinos que hagan mal uso de las instalaciones de la piscina incumplido las normas establecidas por la comunidad, podrá prohibírsele el uso de la misma. Una media que queda recogida en la LPH que recoge en su artículo 7.2 que
“Al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas.”
Esto sería extensible ya no para únicamente para el uso de la piscina comunitaria, sino para otras zonas comunes como pueden ser pistas de pádel, jardines o gimnasios.
