Hallazgo sin precedentes: la huella que revela un secreto oscuro sobre el trabajo en la Edad del Bronce

Sale a la luz en Siria un secreto inquietante que afecta al trabajo en una fábrica de cerámica que data de los años 2.500 y 2.000 antes de Cristo.

Un arqueólogo trabaja en un yacimiento.
Hallazgo sin precedentes: la huella que revela un secreto oscuro sobre el trabajo en la Edad del Bronce E.P.
Berta F. Quintanilla

Un equipo de investigación de la Universidad de Tel - Aviv ha realizado un estudio que deja un hallazgo sin precedentes en la Edad del Bronce. Tras descubrir un yacimiento con 450 vasijas de cerámica de 4.500 años de antigüedad (años 2.500 a 2.000 antes de Cristo), encontraron en ellas huellas dactilares que les pusieron sobre la pista de las condiciones de trabajo que había en aquella época. 

Gracias a la colaboración del Museo Nacional de Copenhague, el arqueólogo Akiva Sanders pudo confirmar un hallazgo sorprendente. Las huellas que aparecían en el barro de los recipientes eran de niños de entre 7 y 8 años. Esto quiere decir, según publica el estudio ‘Did child labor fuel the ancient pottery industry?’, que buena parte de las vasijas habían sido realizadas por menores. 

Y, dejando de lado la producción industrial de estos recipientes, se encontraron algunos restos de dibujos naïf, es decir, hechos por los mismos niños. Los expertos, liderados por Sanders, extrajeron importantes conclusiones sobre el trabajo infantil en la industria cerámica del pasado.

Las ciudades dependían del trabajo infantil

Vasijas de un yacimiento que se encuentran en Copenhague
Unas vasijas que se encuentran en el Museo de Copenhague. | Universidad Tel Aviv

Los niños eran protagonistas del mercado del trabajo en la Edad del bronce. Ellos eran los encargados de trabajar en talleres desde los 7 años, y eran enseñados por maestros para que creasen copas uniformes, todas iguales, que luego se empleaban en los hogares o en los banquetes.

El equipo de arqueólogos se encontró con una revelación totalmente inesperada. Y ante ella, cabía preguntarse si realmente esas huellas eran de niños. Para empezar, a partir del tamaño de una de estas, se puede determinar cómo es la mano de grande. Y luego, la edad y el sexo de la persona. 

Una vez confirmado que, efectivamente, eran niños los que habían trabajado en esta especie de fábrica de cerámica, se analizó hasta qué punto la sociedad de la Edad del Bronce dependía del trabajo manual de los pequeños. 

El estudio indica, en palabras de su coordinador, que en la Edad del Bronce Temprana se crearon algunas de las ciudades más importantes, como Mesopotamia. Dentro de este enorme Estado se encontraba Hama, donde se ha hecho el hallazgo. Los pequeños alfareros han dejado evidencia de su presencia y de que tenían 12 o 13 años.

Los niños ejercían de maestros artesanos en la Edad del Bronce

Para aprender el oficio y ayudarse unos a otros, los pequeños ejercían de maestros alfareros. Enseñaban aquello que habían aprendido, de modo que comenzaron a ser capaces de diseñar sus propias piezas. 

En la época, empezaban a verse más banquetes en los que participaban los altos cargos y en los que se bebía alcohol, por lo que muchas copas terminaban sus días estrelladas contra el suelo.

Entonces, era necesario producir más. Por eso, había que tener más mano de obra. Y los niños aprendían rápido a hacer tazas y vasijas parecidas. Ahora, se pueden ver algunas de ellas (muchas rotas) en el Museo Nacional de Dinamarca. 

Gracias a estos datos, ahora se sabe “con seguridad” que “estos objetos fueron creados por niños sin la intervención de los adultos y que muchos eran expertos en la fabricación de tazas”.

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