Es habitual que los padres ayuden a los hijos, donándoles una vivienda e incluso cediendo un terreno para que la construyan. Pero hay que tener en cuenta ciertos trámites legales, sobre todo cuando se está casado y el terreno lo ceden los suegros. No hacerlo por escrito puede convertirse en un grave problema, y es lo que le ha ocurrido a un hombre que ha perdido una vivienda que el mismo pagó. La justicia ha otorgado la propiedad del inmueble a sus ex suegros, al estar construida en su terreno.
Antes de divorciarse, el hombre vivió junto a su mujer 25 años y tuvieron 4 hijos. Estaban casados en régimen de gananciales, según se informa desde el medio francés Figaro Inmobilier. Durante este tiempo construyó un bungalow valorado en 40.000 euros en la parcela de 1.500 metros cuadrados de sus suegros, con el objetivo de reunir allí a la familia durante las vacaciones, ya que todos no cabían en casa de sus suegros.
La edificación contaba con permiso del ayuntamiento, y fue un arreglo que les permitía durante ese tiempo visitar a los abuelos y disponer de su propio espacio, pero el terreno no era suyo, y ese detalle resultó clave en el momento del divorcio.
Los suegros se han quedado con la casa sin pagarle nada
Cuando la pareja se divorció, el marido solicitó al juez una indemnización por el coste del bungalow. Alegaba que, pese a estar en terreno ajeno, él había sufragado la mitad del gasto y que los suegros estaban disfrutando de la propiedad sin haber invertido nada.
Pero el tribunal rechazó la demanda. “El juez desestimó sus reclamaciones porque el terreno no pertenece a la comunidad, sino a sus suegros”, explicó Nathalie Couzigou-Suhas, notaria y portavoz del Colegio de Notarios de París, al citado medio.
En el Código Civil francés prevalece el principio jurídico de que “la propiedad del terreno incluye la propiedad de lo que está encima y lo que está debajo”. Por lo tanto, todo lo construido en suelo ajeno pasa automáticamente a ser propiedad del dueño del terreno.
Los suegros, según la ley, tienen dos alternativas después de que se haya construido esa casa en su terreno, quedarse con la construcción y compensar al constructor, o exigir su demolición a cargo de quien la edificó.
En este caso, los ancianos optaron por conservar la vivienda, pero no pagaron ninguna compensación a su ex yerno.
Llegados a este punto y después de que la justicia no le diera la razón y considerase que la vivienda es de los suegros porque está en su terreno, la única vía que le queda al hombre, según aclara la experta, es iniciar un nuevo procedimiento legal, esta vez contra sus exsuegros directamente, para reclamar una compensación por el valor de los materiales y la mano de obra invertida.
Para evitar esto, la notaria recuerda la importancia de documentar de forma legal ese tipo de operaciones “Habría sido necesario redactar un reconocimiento de deuda, calcular con precisión el coste de la construcción y especificar que esta suma sería exigible, por ejemplo, al vender el terreno o al fallecimiento de un progenitor”, aconseja la portavoz del Colegio de Notarios.

