Los vehículos de paisano de la Dirección General de Tráfico (DGT) constituyen otra herramienta para controlar el tráfico y sancionar a los conductores que cometen infracciones, como los radares, los drones o los agentes de tráfico. Sin embargo, hay otro sistema que puede pasar más desapercibido: las motos y coches camufladas. De hecho, pueden ser también furgonetas e incluso camiones.
De gamas normales, bajo la premisa de no llamar la atención, son utilizados para controlar y multar a los conductores que exceden los límites de velocidad. Estos vehículos están equipados con radares móviles y forman parte de los esfuerzos de la DGT para mejorar la seguridad vial, con el gran objetivo de la cero siniestralidad para 2050, como se marcó en el estreno de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial.
Tras su implantación en marzo de 2021, no solo se reforzó la flota de drones, helicópteros Pegasus, radares fijos y móviles o personal humano, la DGT también adquirió nuevos vehículos de paisano para velar por la adecuada seguridad vial. Al no ser fácilmente reconocibles, los conductores son menos propensos a reducir la velocidad solo cuando ven un radar fijo.
Multas: cómo reconocer los coches y motos de la DGT
Las motos de la Guardia Civil de Tráfico de la DGT no llevan los colores habituales, sino que son de tonos discretos, como el gris. Suelen ser motos de gran cilindrada, como la Honda ST 13000 o la BMW R1150 RT. Estas motos pueden llevar incorporado un radar móvil de tipo veloláser, que es muy preciso y eficiente para detectar los excesos de velocidad. Además, también pueden vigilar otras infracciones, como los adelantamientos indebidos o el uso del móvil al volante.
Estas motos suelen circular por las zonas donde hay más accidentes o más afluencia de motoristas, sobre todo en verano. Si una moto camuflada detecta una infracción, puede avisar a una patrulla cercana para que multe al conductor infractor. Por eso, es importante saber cómo reconocer las motos camufladas de la DGT para evitar multas y, sobre todo, para conducir con responsabilidad y seguridad.
Los vehículos de la DGT, con generalidad, se identifican por llevar el logotipo de la institución en el lateral o en la parte trasera, así como una franja azul con el texto ‘Tráfico’ en blanco. Además, suelen tener una matrícula especial que empieza por las letras ‘I’ o ‘Z’, seguidas de cuatro números y una letra y contar con dispositivos luminosos y acústicos que les permiten señalizar su presencia y dar órdenes a los demás usuarios de la vía.
Los vehículos camuflados ‘ponemultas’ de la DGT
No existe una regla fija para identificar a un coche camuflado de la DGT, pero hay detalles reveladores que pueden ayudar a reconocerlo. Sin embargo, no todos los vehículos de la DGT son fácilmente reconocibles, ya que algunos pueden ser camuflados o no llevar ningún distintivo visible. Entre los más de 200 coches camuflados de la DGT, los modelos más habituales son el Citroën C4 Picasso, el Seat León, el Renault Mégane o el Peugeot 308, entre otros.
Estos vehículos suelen ser utilizados para realizar labores de vigilancia discreta o para detectar infracciones graves, como el exceso de velocidad o el uso del móvil al volante. Para identificar estos vehículos, hay que estar atento a algunos detalles, como la presencia de cámaras o radares en el parabrisas o en el salpicadero, o la forma y el color de las luces traseras.
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