Yolanda Díaz y su jornada laboral de cuatro días chocan con la realidad empresarial

La jornada laboral de 4 días que abandera Yolanda Díaz se topa con nuevos obstáculos en la práctica. En la teoría, sin embargo, sí que había aglutinado consenso mayoritario entre todos los actores implicados en una negociación que se prevé larga y compleja. Tres de cuatro empresas y más de la mitad de los trabajadores autónomos encuestados por Infoempleo y Grupo Adecco en un informe de aproximación la consideran inviable a la hora de la verdad.

De esta manera, el 73,51% de las empresas españolas consideran altamente complejo la implantación de la jornada laboral de 4 días sin reducción de sueldo que propuso durante la pasada legislatura la ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, según el 'Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España'.

Una opinión que comparten el 61,46% de los trabajadores por cuenta propia. Una cifra que contrasta con los trabajadores por cuenta ajena. Dos de cada tres asalariados encuestados sí lo consideran una opción factible. En los desempleados, por su parte, ese porcentaje retrocede al 50,69%. La jornada laboral de cuatro días tuvo su primera prueba piloto estatal en Valencia, con ayudas de hasta 5.500 euros por trabajador, con resultados mayoritariamente satisfactorios.

Obstáculos para la jornada laboral de cuatro días

Entre las trabas, el 41,53% de los lugares de trabajo encuestados señalan la falta de margen de beneficio empresarial para poder mantener los salarios y acortar un día la jornada laboral, sin afectar a la productividad. En cambio, para trabajadores y desempleados la razón es otra completamente distinta. 

Simple y llanamente apuntan a la poca predisposición mayoritaria de las empresas, que no están por la labor de asumir ese cambio de paradigma laboral. Además, entre otros motivos, aluden también a la falta de margen de productividad para amortizar una jornada a la semana (27,97%) y la imposibilidad de cubrir la jornada del quinto día con otros trabajadores a tiempo parcial (18,64%).

La conciliación, el caballo de batalla de la jornada laboral de cuatro días, es para las empresas el mayor atractivo en cuanto a la oferta de contratación para los trabajadores. Un 43,71% cree que los horarios flexibles resultan claves tanto para recuperar su nivel prepandémico como para mejorar su competitividad. La retribución variable (31,35%), unas mejores condiciones de trabajo (24,50%) y ofrecer la posibilidad de teletrabajar (21,85%) le suceden.

Miedo en las empresas y trabajadores por la inflación

El aumento de los costes empresariales a propósito de la inflación y el alza de precios, junto a la mayor dificultad para financiarse debido a la subida de los tipos de interés propuesta por el Banco Central Europeo, asusta a casi el 70% de las empresas encuestadas hasta tal punto de comprometer su supervivencia. La crisis energética es la mayor preocupación (62,91%). Al hilo de ello, el 11,92% de ellas avanza despidos, un 3,97% hará recortes salariales y el 1,32% restante afirma que solicitará entrar/ampliar en ERE o en ERTE. 

A ello influye la perspectiva de prácticamente el 61% de las empresas que creen que la deriva laboral irá a peor en este 2023. En la otra cara de la moneda, la mitad (50,99%) de las compañías mantienen que conservarán sus plantillas. Un 32%, incluso, tiene planeado realizar nuevas contrataciones durante 2023, lo que supone un 2,2% más que el año anterior. 

Tan solo un 6,62% estima que este 2023 supondrá un salto cualitativa en el panorama laboral. Algo que se refleja también en los trabajadores: realizar nuevas contrataciones durante 2023, lo que supone un 2,2% más que el año anterior. Destaca el aumento del denominado ‘edadismo laboral’ (a mayor edad, mayor complejidad para encontrar empleo). Si más del 40% de los que buscan empleo consideran que poseen pocas opciones de reincorporarse al mundo laboral, un 40,66% de ellos señala a la edad como motivo principal.