El jefe de una empresa de Suecia no se dio cuenta de que uno de sus empleados se había convertido en fijo hace dos años, según la Ley de Protección del Empleo de ese país, y ahora debía pagarle una compensación de 215.000 coronas suecas (unos 19.000 euros) por turnos y vacaciones que la empresa nunca le había abonado al creerse que tenía un contrato temporal.
Abdi trabajaba como asistente de cuidado en una empresa del municipio sueco de Köping, donde pasó dos años pensando que era un empleado temporal cuando en realidad ya era indefinido según la ley antes mencionada. El error destapó una grave negligencia empresarial, tanto por parte de la dirección de la empresa como por parte de Recursos Humanos, donde tampoco se habían dado cuenta, según recoge el medio sueco Arbetet.
Un error empresarial de 19.000 euros
El fallo de la empresa con el contrato de Abdi, que ni el propio afectado ni los departamentos de recursos humanos supieron ver a tiempo, supone que ahora la empresa tenga que pagar una compensación por todos los turnos y vacaciones no disfrutadas, unas cantidades que ascienden a 215.000 coronas suecas (unos 19.000 euros).
En 2022, Abdi firmó un contrato para trabajar únicamente en el turno de noche. No obstante, al reincorporarse tras una baja médica de un mes, sus superiores intentaron trasladarlo al turno diurno, alegando que ya no había disponibilidad en la noche.
Ante esta situación, acudió al Sindicato de Trabajadores Municipales de Suecia, más conocido como Kommunal. Fue este sindicato el que descubrió que, tras dos años de actividad, su contrato había pasado a ser indefinido. "El gerente y el departamento de Recursos Humanos no tenían ni idea”, aseguró Feruz Efrem, representante sindical que acompañó a Abdi en las reuniones.
Horarios irregulares e inseguridad laboral
En el transcurso de ese tiempo, Abdi trabajó en condiciones inestables, con horarios irregulares y sin certeza de continuidad. “Me sentí aprovechado por ser trabajador temporal. Solía llamar para preguntar si había turno, pero solo iba cuando el jefe quería. A veces mucho, a veces nada”, relató.
Después de la intervención del sindicato, el municipio reconoció el error y se llegó a un acuerdo para indemnizar a Abdi con 215.000 coronas suecas. La responsable de Recursos Humanos de Köping admitió en un correo electrónico al medio sueco Arbetet que la gestión “no fue correcta” y lo achacó a un malentendido.
Aunque el geriátrico en el que trabajaba no contaba ya con plazas, Abdi consiguió un nuevo empleo en horario nocturno dentro de un servicio de apoyo (LSS) del mismo municipio. Después de meses de tensión, confiesa sentirse liberado: “He estado muy estresado por mi situación y ahora estoy muy feliz y solo quiero trabajar. Este año tuve mis primeras vacaciones. De verdad que me siento feliz”.

