Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han ofrecido este lunes, 8 de septiembre, una rueda de prensa conjunta en Madrid para analizar la situación de la propuesta de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, iniciativa que será sometida a votación en el Congreso de los Diputados el próximo miércoles, 10 de septiembre. Ambos líderes sindicales han criticado duramente la enmienda a la totalidad presentada por PP, Vox y Junts, calificándola como un intento de evitar el debate político sobre una medida con amplio respaldo ciudadano.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha manifestado su sorpresa ante la presentación de la enmienda a la totalidad "con solo una semana de antelación y coincidiendo con el final del verano", lo que, según ha dicho, impide abrir un debate democrático sobre una cuestión clave para los trabajadores.
El 75% de la ciudadanía apoya la reducción de jornada
Álvarez ha recalcado que la propuesta no busca aprobar directamente la reforma, sino abrir el debate parlamentario. "¿Cuál es la razón por la que el Congreso va a secuestrar la voluntad de la mayoría de los españoles?", se ha preguntado, subrayando que, según encuestas, el 75 % de la ciudadanía apoya la reducción de jornada, una cifra que en Cataluña se eleva al 82 %.
En este sentido, ha cuestionado la postura de Junts: "¿Cómo es posible que no quiera que se debata en el Congreso cuando una abrumadora mayoría de catalanes está a favor?". Álvarez ha insistido en que esta no es una disputa partidista entre Gobierno y oposición, sino una decisión que afecta directamente a la vida laboral y personal de millones de personas.
Impacto económico, social y de género
El líder de UGT ha defendido la medida como una política con efectos positivos desde el punto de vista económico. "Queremos reducir el tiempo de trabajo porque aumenta la productividad y mejora la calidad de vida. Queremos trabajar menos para vivir mejor", ha afirmado.
Asimismo, ha señalado que la reforma ayuda a conciliar la vida laboral y personal y tiene un fuerte componente de igualdad de género: “Es una medida que tiene cara de mujer”, ha dicho, en referencia a que afecta principalmente a sectores altamente feminizados, como el comercio, la asistencia o la hostelería, donde persisten importantes brechas salariales. También las mujeres que tengan hijos a cargo recibirán una serie de beneficios directos gracias a la reducción de jornada.
Álvarez ha recordado que la jornada de 40 horas vigente en España lleva más de cuatro décadas sin modificarse, y que mantenerla supone ignorar los avances tecnológicos y sociales del país. "Apelo a los diputados y diputadas a su responsabilidad personal con los ciudadanos. Esta es una cuestión que debería responder a la voluntad ciudadana, no a intereses partidistas".
Sordo denuncia un “fraude democrático” y la falta de voluntad de debate
Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha denunciado que algunos partidos están intentando evitar un debate parlamentario necesario. "Da la impresión de que hay grupos políticos que quieren quitarse el debate de la reducción de jornada porque saben que su posición es muy impopular, incluso entre su electorado, y en vez de discutir en sede parlamentaria, en vez de deliberar democráticamente sobre pros y contras de modificar la jornada laboral, prefieren una enmienda a la totalidad”, ha señalado.
Sordo ha calificado de “fraude democrático” la enmienda a la totalidad, al considerar que supone “un desprecio al propio marco del diálogo social”. Según ha argumentado, “no es cierto que existan sectores donde no pueda aplicarse la reducción de jornada”, y ha puesto como ejemplo provincias en las que sectores como la limpieza, la hostelería o el comercio ya cuentan con horarios reducidos.
Además, ha subrayado que el 72 % del electorado de Junts en Cataluña está a favor o muy a favor de la medida, según datos de centros sociológicos regionales, lo que, en su opinión, contradice la postura del partido en el Congreso.
Lanzan un llamamiento a los grupos parlamentarios
Ambos líderes sindicales han coincidido en pedir a los diputados que permitan el debate parlamentario sobre la reducción de la jornada laboral. Consideran que bloquear la tramitación de esta ley representa una falta de respeto hacia la ciudadanía y hacia los trabajadores que podrían beneficiarse de un cambio estructural en sus condiciones laborales.
El acto se ha celebrado en la Sala Consejo de la sede de UGT en Madrid, situada en la Avenida de América, y ha servido como antesala a una semana clave en el ámbito laboral, en la que el futuro de esta reforma dependerá del posicionamiento de los grupos en el Congreso.
