UGT pide una semana laboral de 4 días y una subida del salario mínimo a 1.200 euros

Semana laboral de 4 días y una subida del Salario Mínimo Interprofesional, SMI, que supere los 1.200 euros. Es la propuesta presentada por Pepe Álvarez, secretario general del sindicato UGT, que también ha insistido en la importancia de reducir el desempleo de larga duración y estudiar cómo se podría modificar el Estatuto de Trabajadores. Además, hace hincapié en la relevancia de analizar las condiciones del despido, de manera que no salga tan barato para las empresas y ayude a los trabajadores. 

Con el Gobierno de España aún en funciones, el secretario sindical estudia las propuestas que trasladará al Ejecutivo. Tras diferentes procesos de consulta, las más reiteradas por los agentes laborales implicados son la reducción de la jornada laboral a la de 35 horas, la conocida como ‘4 días’ y subir el Salario Mínimo Interprofesional de forma que llegue al 60% del salario medio. 

Referente al mercado laboral, Ávarez ha significado que no quiere dejar cabos sueltos cuando el Gobierno de España esté ya constituido. Por eso ha comenzado analizando las necesidades urgentes que tiene el mercado laboral. Entre ellas, cómo paliar el desempleo actual en España, mejorando las condiciones de los contratos de trabajo y complicando a las empresas poder despedir a los trabajadores.

Implantar la semana laboral de 4 días

“Es importante que se implante la rebaja de la jornada laboral máxima que es de 40 horas y se pase a 35 horas, sin que se recorte el salario de los empleados tal y como pasó la última vez que se reformó esta norma para que se redujese el tiempo de trabajo”, ha explicado el sindicalista que ha añadido que “en aquel momento nadie planteó recortar el sueldo”. 

El sueldo a cobrar por los trabajadores es algo que preocupa al sindicato, que ha evidenciado su intención de no dejar que baje o se quede fijo el SMI. La apuesta por una subida es fundamental para conseguir ganar estabilidad laboral y mejorar las condiciones de los empleados. 

Conseguir esto abre la puerta a la negociación de las 32 horas semanales, a incluir en el convenio colectivo. Pero también considera que debería cambiarse, tras un análisis en profundidad, el Estatuto de Trabajadores. 

A día de hoy, España cuenta con una jornada laboral media de 37 horas semanales y bajar este número mejoraría la productividad de los trabajadores, como ha matizado. “No va a afectar al empleo para nada, ya que se crearían puestos de trabajo al mismo ritmo que hasta hoy pero además podría ser que en algunos sectores se incremente”. 

Subida del SMI a más de 1.200 euros

Una vez que el sindicato que coordina Pepe Álvarez pueda mantener una reunión con el ya constituído Gobierno de España tras la sesión de investidura, se va a plantear una subida del Salario Mínimo Interprofesional a una cuantía que supere los 1.200 euros. Una suma que dista de la que se paga actualmente y por la que instará al Ministerio de Yolanda Díaz.

A día de hoy lo que se cobra con este sueldo mínimo es de 1.080 euros, una cuantía a la que se llegó este año 2023. Álvarez ha pedido más celeridad al Ministerio de Trabajo a la hora de incrementar esta cifra. 

Los datos de la Agencia Tributaria

UGT ha hecho referencia a los datos que proporciona la Agencia Tributaria (AEAT) sobre la Declaración de la Renta de los españoles. En este caso, ha señalado que esa cantidad sería el 60% del sueldo medio como pide la Carta Europea. Esta cuantía choca con los 1.080 euros mensuales de este año. 

Una vez que se consiga o que se comience a estudiar esta propuesta, es el momento de modificar el Estatuto de Trabajadores para poder fijar estas cuantías, ha señalado Álvarez a los medios de comunicación presentes en un desayuno informativo celebrado en Madrid.

Un despido que no salga tan barato a las empresas 

El sindicato ha señalado que el despido “sale demasiado barato” y ha explicado que UGT ha presentado una demanda ante el Consejo de Europa, para que “la indemnización que se tiene que pagar al empleado despedido sea disuasoria y reparadora”. 

En este sentido, se aboga por valorar las circunstancias personales de cada trabajador, como la formación o los años que lleve ya en la empresa. “Ahora llevar un despido al tribunal es más simbólico que reparador”.