El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha citado este martes a las 17.00 a sindicatos y patronales para iniciar la negociación de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) correspondiente a 2026. El encuentro se produce después de que el departamento que dirige Yolanda Díaz recibiera el informe de la comisión de expertos, que recomienda elevar la renta mínima entre 37 y 56 euros al mes, en función de si se mantiene exenta o no de tributación en el IRPF.
El informe plantea dos escenarios: dejar el SMI fuera del impuesto, lo que situaría su cuantía en 1.221 euros en 14 pagas, o incorporarlo plenamente al IRPF, caso en el que ascendería a 1.240 euros mensuales. Ambos supuestos buscan cumplir con el mandato de la Carta Social Europea, que fija el objetivo de que el salario mínimo equivalga al 60% del salario medio.
Fuentes del Ministerio de Hacienda señalan que el departamento de María Jesús Montero está dispuesto a revisar la deducción vigente en el IRPF para adaptarla a la próxima subida del SMI. Hacienda y Trabajo ya acordaron que la subida de 2025 (que llevó el salario mínimo hasta 1.184 euros) quedara exenta de tributación mediante una deducción específica para quienes perciben rentas del trabajo inferiores a 17.256 euros.
La cuestión fiscal ha provocado tensiones en el seno del Gobierno durante los últimos meses. Mientras Hacienda defendía que el SMI comenzara a tributar en 2025, Díaz sostenía que debía mantenerse fuera del impuesto. Sumar llegó incluso a registrar una proposición de ley para revertir la decisión de Hacienda, respaldada en su planteamiento por PP y Podemos. Finalmente, ambos ministerios alcanzaron un acuerdo que permite deducir el IRPF a quienes se sitúen por debajo del 60% del salario medio.
Propuestas enfrentadas entre patronal y sindicatos
Las recomendaciones de los expertos no coinciden con las propuestas que las organizaciones han presentado en los últimos días. CEOE y Cepyme defienden un incremento máximo del 1,5%, hasta 1.202 euros, y con tributación plena, lo que a Yolanda Díaz le parece una “broma de mal gusto”. CCOO y UGT, por su parte, reclaman una subida del 7,5%, que llevaría el SMI a 1.273 euros en 2026. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se ha mostrado dispuesto a revisar su planteamiento tras analizar el informe técnico.
El Gobierno no está obligado legalmente a pactar la subida del salario mínimo, solo a consultar a las partes, pero en los últimos años ha tratado de alcanzar acuerdos. Las subidas se han cerrado en solitario con los sindicatos desde 2021, sin el respaldo de los empresarios. La última ocasión en la que la patronal apoyó el incremento fue en 2020, cuando el SMI pasó de 900 a 950 euros.
La reunión de este martes abre formalmente la negociación para 2026, un proceso marcado por el debate fiscal y por la necesidad de ajustar el SMI a la evolución de los salarios medios, en un contexto en el que las políticas de rentas vuelven a situarse en el centro de la agenda económica.

