El pasado mes de octubre, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, solicitó a la Comisión de Expertos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) dos cuantías distintas para la subida de 2026, una con exención en el IRPF y otra con tributación, en función de lo que determinase finalmente el Ministerio de Hacienda. A expensas de conocerse la respuesta, CCOO y UGT se han adelantado y han armado una propuesta conjunta para la subida del SMI en 2026.
Ambos sindicatos han propuesto que el salario mínimo suba un 7,5%, llegando a los 1.273 euros brutos al mes, con tributación en el Impuesto Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta propuesta supondría un incremento de 89 euros sobre el SMI vigente, situándose el actual en los 1.184 euros al mes.
Un dato importante para las organizaciones sindicales es que con la subida propuesta, aun tras la tributación, se garantizaría a sus receptores el 60% del salario medio neto, que es la referencia establecida en la Carta Social Europea, ratificada al completo por España. Hasta el momento, los trabajadores que perciben el SMI nunca han tenido que pagar IRPF, debido a que siempre se ha negociado una exención con Hacienda (la última, si bien, con polémica e in extremis).
Los secretarios de Acción Sindical y Transiciones Estratégicas de CCOO, Javier Pacheco, y el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, han insistido en que la subida del SMI para 2026 debe ser “contundente e importante”, abriendo camino de cara a una futura negociación con el departamento de Díaz.
Una subida asumible por el aumento de los márgenes empresariales
El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, ha defendido que la subida propuesta por los sindicatos es perfectamente asumible atendiendo al aumento de los márgenes empresariales. “Lo que vamos a pedir es una subida del 7,5% para por fin establecer el salario mínimo con arreglo a retribuciones brutas. Nosotros decimos que el 60% se debe de calcular sobre los salarios brutos (...) Esta subida del 7,5% es inferior a cómo han subido los márgenes empresariales en este 2025”, ha manifestado.
En relación a estos márgenes, conviene señalar que, según los datos del Observatorio de Márgenes Empresariales, analizados por el Gabinete Económico Confederal de CCOO, la rentabilidad media de las empresas ha roto un nuevo techo. El valor añadido bruto (VAB) sobre ventas se sitúa en un 25,4% y el margen bruto sobre ventas en un 13,9%.
Estos porcentajes, indicó el sindicato recientemente, están muy por encima de las tasas promedio registradas en el periodo 2009-2021 (21,9% y 10,5% respectivamente), “demostrando que las empresas no solo han superado la crisis de la pandemia y la inflación, sino que están obteniendo beneficios sin precedentes”.
Eliminar la absorción de los pluses y complementos
En el encuentro de hoy, CCOO y UGT han dejado claro que para cerrar un acuerdo con el Gobierno es obligatorio reformar la normativa para limitar la práctica empresarial de absorber y compensar las subidas del SMI a través de complementos retributivos, aunque ello implique que el incremento del SMI para 2026 tenga que aplicarse con carácter retroactivo.
“Lo que nos vamos a plantearnos es habilitar una actualización del salario mínimo que pueda ser compensada y absorbida de manera arbitraria por parte de las empresas como hasta ahora. Por lo tanto, si hay que esperar, se espera. Porque es mucho más importante, aunque se habilite el carácter retroactivo, que los salarios se incrementen de manera real”, ha defendido Javier Pacheco, precisando que no están planteando una limitación “universal” de la absorción y compensación, pero sí de algunos complementos.
Lo contrario, han apuntado, sería “un tiro en el pie”. Para ello, han solicitado que se contemple la definición reforzada de la estructura del salario, porque sin ello ven difícil establecer los límites de compensación y absorción. También han pedido que el Observatorio de Márgenes Empresariales del Gobierno sea una referencia necesaria para la negociación de los convenios colectivos.
Sobre esto, han señalado que hay algunos complementos salariales que, jurídicamente, hay que determinar que no podrán ser absorbidos y compensados y que están estrictamente articulados en el desempeño del puesto de trabajo. “No es aceptable que los salarios modestos, cercanos al salario mínimo interprofesional, tengan subida cero en función de que opere la compensación y absorción. Y ni siquiera estamos diciendo que se prohíba toda la compensación y absorción”, ha agregado Fernando Luján.
En resumen, los sindicatos estarían pidiendo que se impida compensar y absorber “absolutamente todo”, pidiendo que se pueda compensar y absorber en función de que la naturaleza jurídica sea homogénea.
