España ofrece menos empleo a los mayores de 55 años que el resto de Europa

Un estudio de Mapfre revela la deuda de España con el talento sénior: la mitad de los nuevos desempleados son sénior y de larga duración.

Un trabajador sénior durante su jornada laboral
Un trabajador sénior durante su jornada laboral
Esperanza Murcia

Hay un colectivo que lo tiene especialmente difícil a la hora de encontrar empleo: los mayores de 55 años. Ocurre en Europa y más pronunciadamente en España, que se sitúa entre los países europeos que evoluciona más lentamente en la creación y retención de puestos de trabajo para las personas de entre 55 y 70 años. No representan a un grupo pequeño, pues actualmente está formado por más de 8 millones de personas, donde casi la mitad son población activa. 

Son las primeras conclusiones del ‘II Mapa de Talento Senior. España en el contexto Europeo’, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics Fundación Mapfre, que arroja una tasa de empleo sénior en nuestro país del 41%, diez puntos por debajo que la media europea, del 60%. Una diferencia que se acrecienta aún más en la franja comprendida de 55 a 59 años. Salvo Suecia y Portugal, son los índices más bajos. 

No presenta mejores datos en cuanto a la participación de la población ocupada mayor de 55 años sobre el conjunto de la población empleada (19%), protagonizando el segundo crecimiento más pronunciado de desempleo sénior en los últimos años (181%) junto a Italia (201%). ¿En qué se traduce? La mitad de los nuevos desempleados en España son sénior; uno de cada tres parados es mayor de 50 años; y uno de cada dos son de larga duración. 

La mitad de los parados mayores es de larga duración 

Solo en dos países no ha aumentado la desocupación sénior: Alemania y Polonia. ¿A qué se refiere este término? Son los mayores que, queriendo trabajar, no encuentran empleo. Es un problema que se da en toda Europa a pesar del crecimiento de la población activa y ocupada, si bien España cuenta con los mayores índices de desempleo para este colectivo. 

Los más afectados son los trabajadores que solo cuentan con estudios inferiores de Primaria y Secundaria. En cuanto a la duración del desempleo, mientras que en Suecia, Alemania y Polonia el paro más frecuente dura menos de un año, en Portugal, Italia, España y Francia la mitad de parados son de larga duración.

Son unas cifras que contrastan con el número de activos sénior, que son aquellas personas que quieren trabajar, independientemente de que consigan empleo o no, y que presenta un crecimiento prolongado desde 2008. El motivo, informa el estudio, es el “proceso general de envejecimiento" y el "alargamiento de la vida laboral”. Los países con mayor tasa de actividad sénior son Suecia (65%), Alemania (58%) y Portugal (51%).

Diferenciando por sexos, el país con mayor crecimiento de población sénior masculina activa es Italia (69%) seguido de Francia (59%), Polonia (55%), Alemania (53%), España (40%), Portugal (23%) y Suecia (15%). Aunque son las mujeres las que protagonizan el mayor crecimiento de población activa entre 2008 y 2020, con Italia (131%) y España (110%) a la cabeza.

Cómo es el mercado laboral europeo 

El informe también funciona como una radiografía del mercado laboral europeo, del que destacan que, a día de hoy, hay menos jóvenes y más inmigrantes, mujeres y personas mayores. Otro dato importante es que en países como España, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Suecia y Portugal es cada vez mayor la duración media de la vida activa, sobre todo en Suecia, donde trabajan una media de 42 años. Contrasta con los 31 de Italia, los 33 de Polonia y los 34 de España.

Es necesario trabajar más años 

En todos los países analizados, sobre todo en España, “es necesario trabajar más años, especialmente en las ocupaciones del sector servicios”. Además, analiza cuáles son las repercusiones económicas de esta situación: si España tuviera las tasas de Suecia (con un 85% de los sénior de 55 a 59 años con empleo frente al 65% de los españoles) obtendría ganancias en el PIB de entre cinco y diez puntos. 

No es el único dato relevador, pues también se adelanta al futuro: la prolongación de la actividad va a exigir una legislación “que siga avanzando en un modelo flexible de jubilación”, sugiriendo un cambio de mentalidad “por parte de todos los actores del mercado laboral, que deben comprender que, en esa próxima vida, de 90 a 100 años, la prolongación del trabajo se va a convertir en una necesidad ineludible”. 

Mejores empresas para trabajadores sénior 

En la otra cara de la moneda, el informe también distingue a las empresas que son “ejemplares en retención, desarrollo y reconocimiento de talento sénior”. Ponen de ejemplo a Renfe, que cuenta con un programa de 'mentoring' para este grupo: Sacyr, con una iniciativa de jubilación guiada; Talgo, con un plan de becas para mayores; Mapfre, con el programa Ageing para fomentar el talento sénior y aportar flexibilidad a las condiciones laborales de los mayores; Endesa, con el programa Seniors al servicio de las pymes; y Pikolin, que ha lanzado una campaña de publicidad denominada ‘Injubilables’.

¿Solución a gran escala? También dan algunas claves para darle la vuelta a la situación actual, como la necesidad de que se produzcan cambios legislativos que permitan retrasar la edad de jubilación, compatibilizar pensión y trabajo, penalizar jubilaciones anticipadas o reconocer derechos de igualdad generacional y la formación obligatoria para la recualificación profesional. 

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