Mientras España ha rechazado la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, Reino Unido se ha convertido en “el mayor ensayo de semana laboral de cuatro días del mundo”. Un total de 61 empresas participaron durante seis meses en un piloto con una fórmula sencilla en la que se buscaba cobrar el “100% del salario, en el 80% del tiempo y con mismo nivel de productividad”. Un año después, los resultados son que el 89% de las empresas mantiene la política y el 51% la ha hecho permanente, es decir que la jornada laboral de cuatro días es un éxito.
Tal y como recoge The Guardian, “más de la mitad de los directores y gerentes del proyecto afirmaron que la jornada laboral de cuatro días tuvo un impacto positivo en su organización”, recoge el informe. Ademas, para el 82% de las compañías, ese impacto se tradujo en un mayor bienestar para su plantilla; un 50% constató que se redujo la rotación de personal y un 32% afirmó que mejoró la contratación. “Casi la mitad (46%) dijo que la productividad mejoró”.
Los trabajadores dicen el mismo mensaje de forma unánime, pues “el 96% aseguró que su vida personal se benefició” y el 86% dijo que se sentía mejor en el desempeño de su puesto. De media, las jornadas se redujeron 6,6 horas hasta alcanzar una semana de 31,6.
Trabajar menos para ser más productivos y felices
Juliet Schor, profesora de sociología en Boston College y autora principal del informe, explicó que los efectos son “reales y duraderos”. “La salud física y mental, y el equilibrio entre vida y trabajo, son significativamente mejores que a los seis meses. Las mejoras en agotamiento y satisfacción vital se han mantenido estables”.
El diseño de la medida resultó clave, pues “los días libres protegidos fueron más efectivos que aquellos en los que el personal estaba de guardia o se esperaba que trabajara ocasionalmente”. Las empresas más exitosas fueron aquellas que definieron el cambio de forma “clara, confiada y bien comunicada”, involucrando tanto a directivos como a empleados.
Una jornada laboral no apta para todas las empresas
Desde la Confederación de la Industria Británica se advierte que la semana de cuatro días no es una “solución de talla única” y que es “improbable que se pague por sí misma en muchas industrias”. Su director, Matthew Percival, subrayó que las empresas que quieran mejorar sus condiciones “considerarán los méritos relativos de reducir las horas de trabajo frente a aumentar el salario, las pensiones o los permisos parentales, así como un mejor apoyo a la salud y el bienestar”.
Por su parte, el Gobierno británico mantiene la distancia. “No tenemos planes para introducir una semana laboral de cuatro días”, señaló un portavoz, recordando que “en última instancia son los empleadores y empleados quienes deben acordar qué organización del trabajo les funciona mejor”.
Mejorar las condiciones laborales para ser más felices y productivos
Pese a las reticencias, los casos de éxito se acumulan. El director de Citizens Advice Gateshead, Paul Oliver, aseguró que el modelo permitió a sus empleados afrontar un trabajo “exigente”, redujo las bajas y mejoró la retención de personal. “Queríamos ver una forma de mejorar las condiciones del personal para que estuvieran mejor descansados y pudieran dar más en el trabajo”.
El propio organismo constató que la eficiencia ganada le permitió “superar sus objetivos, mejorar la calidad del asesoramiento y aumentar el número de clientes atendidos”, ampliando incluso el servicio a siete días.
Mark Downs, director ejecutivo de la Royal Society of Biology, también confirmó que mantendrán la medida, con turnos repartidos entre lunes y viernes, porque “ha sido bien recibida por el personal y los socios externos”. Para él, una ventaja inesperada fue que los días en que trabajaba mientras la mayoría descansaba resultaban “mucho más productivos”.
Anthony Painter, del Chartered Management Institute, concluye que los ensayos se siguen “con interés” porque la investigación interna muestra que “los empleados valoran la flexibilidad laboral por encima de todo, incluso más que las subidas salariales”.

