“Esto es un testimonio del apoyo, guía e inspiración que he recibido de tantos a lo largo de mi trayectoria en el baloncesto”. Así empezó Pau Gasol, nuestra estrella dorada, su discurso de agradecimiento tras entrar en el Hall of Fame. Palabras mayores, como las que compartió con todos los asistentes y fueron aplaudidas no solo en España, sino en distintos rincones del mundo. Un discurso de crecimiento, superación y apoyo que, en esencia, podemos llevarnos también al empleo: hay mucho que aprender de Gasol.
Alabar el trabajo de los demás es de compañeros y esencial para mejorar
Desde el principio hasta el final, no para de recordar a aquellas personas que le ayudaron a ser hoy quién es, personas que fueron apoyo pero también fuente de inspiración y aprendizaje. Ahí está su primera lección: fomentar el compañerismo. Alabar el trabajo de otros, no solo puede inspirarnos, sino también nos permite aprender de las habilidades de los demás que, quizás, nos falte a nosotros. Podemos aprender de nuestros compañeros de trabajo, al igual que de todas las personas que forman parte de nuestra vida diaria.
Mención especial a Kobe Bryant: “En mi estancia en L.A. pude conocer a la persona que elevó mi juego como nadie, que me enseñó lo que se necesita para ganar al nivel más alto, que me mostró lo duro que tienes que trabajar y la mentalidad que tienes que tener para ser el mejor”.
Atrevernos con disciplinas en los que no somos buenos o nos sentimos cómodos
Los inicios, siempre se dicen, son duros. Aunque después los recordemos con ilusión. En su primer club, el CB Cornella, le dieron la oportunidad de jugar de base durante un partido, lo que le enseño lo duro que era jugar en esa posición. “Fue una gran lección de humildad. Obviamente, me costó mucho defender a un tipo que medía menos de 1.60m, muy rápido, teniendo que llevar el balón arriba y abajo en la cancha. Pero lo que saqué de esa experiencia es que a esas edades, creo que lo importante es enseñar y crecer, no tanto centrarse en ganar y perder. Creo que es un mensaje importante, especialmente a todos los niveles del mundo”.
Es algo que también puede ocurrir en nuestro trabajo. A veces, tenemos que asumir tareas que, en principio, no tiene por qué gustarnos, nos generan incomodidad o bien es un terreno desconocido que no dominamos. No obstante, es bueno salir de nuestra zona de confort, conocer disciplinas que no controlamos y adquirir así nuevas habilidades. Al mismo tiempo, nos permitirá tomar nuevos puntos de vista y una visión global de nuestra profesión, lo que sin duda enriquecerá nuestro trabajo y nos hará crecer como profesionales.
Aceptar las críticas y que no nos frenen
A raíz de esto último, la estrella de la NBA continúa explicando que, un par de años después, le tocó defender a un tipo de duro. “Yo estaba como, «Entrenador, ¿qué hago? ¿Cómo puedo defender?» Me dijo «Nada». Era un tipo del FC Barcelona. Yo todavía no había llegado. Dijo, «no te preocupes, él llegará a ser profesional y tú no». Okey… Supongo que todos nos enfrentamos a momentos y comentarios así a lo largo de nuestra vida y carreras, pero siempre los he abrazado, los he utilizado para motivarme y ayudarme a crecer”.
Es inevitable que a lo largo de nuestra trayectoria laboral nos encontremos con malos comentarios y críticas, ya sean de nuestros jefes, clientes o de nuestros propios compañeros de trabajo. No deben suponer un freno, ni significar que no valemos para nuestro puesto, sino que nos debe motivar a ser mejor. Y, en el caso de las críticas constructivas, siempre se puede aprender de ellas.
Apoyarnos en nuestros compañeros y localizar nuestras carencias
Cuando llegó a los Grizzlies, el inglés de Gasol era muy limitado: “No me sentía muy cómodo hablando lo que sabía, que era muy poco. Pero rápidamente reconocí que mi compañero de equipo [Shane] era muy elocuente, muy inteligente. Así que sólo tenía que seguir lo que decía, ¿verdad? Así que cuando los medios nos preguntaron cómo nos sentimos acerca de la NBA en Memphis, ya que el equipo acababa de mudarse desde Vancouver, Shane fue primero, obviamente. Yo era lo suficientemente inteligente como para permitir que fuera antes y quería que fuera el favorito de todos los aficionados de la NBA”.
Es importante identificar nuestras carencias, en qué partes fallamos, y trabajarlas. Es algo que ha hecho Gasol, pero también supo apoyarse en sus compañeros cuando lo necesitaba. La mayoría de empresas trabajan en equipo y es importante recurrir a las personas que lo conforman cuando lo necesitamos.
Trabajar en equipo: esencial
Cuando le ficharon en Los Angeles Lakers, tuvo que trasladarse por la noche a DC. Aunque era de madrugada, eso no le impidió a Kobe presentarse, acudiendo a la habitación de Gasol:
“Solo quería asegurarse que de inmediato, de primera mano, recibiera el mensaje. «Bienvenido al equipo, estoy feliz de que estés aquí. Ahora vamos a ganar un campeonato juntos», me dijo. Así que respondí, «está bien, me apunto. Buenas noches»”.
Eso fue lo que le dijo. Es una señal de lo importante que es acoger a las personas que entran nuevas al equipo, pero también hacerlas partícipes de los objetivos comunes y establecer metas conjuntas para crecer tanto a nivel empresarial como profesional.
Cuidar la salud mental
Como última píldora de aprendizaje, una llamada a la salud mental. Pau Gasol, entre las muchas personas que nombra, agradece a Phil Jackson: “Un hombre verdaderamente increíble. Además de enseñarnos a jugar el triángulo, creo que lo más importante fue lo que nos enseñó sobre mindfulness, sobre meditación, sobre bloquear el ruido. Nos animaba a leer, a cultivar nuestra mente”.
Cada vez hay más trabajadores abrumados por síntomas y trastornos como la ansiedad, la depresión o el estrés. Cuidar nuestra salud mental, y darle la importancia que merece, es fundamental. Al igual que lo es mantener hábitos y actividades ajenas al trabajo. Además de que nos sentiremos mejores, estaremos aprendiendo nuevos conceptos, aunque no tengan nada que ver con nuestra profesión, pero que sí nos ayudarán a crecer y sentirnos más motivados, contentos y conformes con nosotros mismos. Un estado que se verá trasladado también a nuestro trabajo.
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