¿Por qué es mejor cobrar el paro y no el subsidio por cotización insuficiente?

Aunque un año cotizado supone cuatro meses de paro frente a los 21 meses del subsidio, el SEPE explica que no puede ser tan beneficioso como parece.

Un hombre pasa por delante de una oficina del SEPE
El SEPE explica por qué es mejor cobrar el paro y no el subsidio por cotización insuficiente Europa Press
Francisco Miralles

Cuando un ciudadano pierde su empleo de manera involuntaria, tiene la posibilidad de acceder inicialmente a varios tipos de prestaciones por desempleo proporcionadas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE): el paro o el subsidio por insuficiencia de cotización. En el caso del paro, con al menos 1 año cotizado, se tiene derecho a una prestación de 4 meses. En el subsidio, con al menos 6 meses cotizados y cargas familiares, se tendrá derecho a recibir 480 euros durante 21 meses. Aunque pueda parecer que el subsidio es más beneficioso, en realidad no lo es, y el SEPE explica por qué.

El organismo cuenta con tres tipos de prestaciones, la prestación contributiva, que es el paro, los subsidios ordinarios (insuficiencia de cotización, mayor de 52 años, ayuda familiar) y por último, las ayudas extraordinarias que son la Renta Activa de Inserción y el subsidio extraordinario por desempleo (SED).

La persona desempleada tendrá derecho a una o varias prestaciones dependiendo del tiempo cotizado.

El motivo por el que es más beneficioso el paro antes que un subsidio

Cuando una persona trabajadora cae en el desempleo, tiene la posibilidad de acceder primeramente a la prestación contributiva, que es para la que ha cotizado. Esta tiene una duración que varía en función de las cotizaciones aportadas durante los seis últimos años y que puede ir desde los cuatro meses y hasta los dos años (duración de la prestación por desempleo).

La cuantía también es más beneficiosa, ya que durante los primeros 180 días será el 70 % de la base reguladora, a partir del día 181 será el 60 % de dicha base. Habrá un tope mínimo, es decir, lo mínimo que se puede cobrar de paro son en 2023, 560 euros si no se tiene hijos y 749 euros para personas con hijos a su cargo.

Una vez se agota esta, no se puede acceder al subsidio por insuficiencia de cotización, pero sí al resto de subsidios ordinarios (solo se puede pedir uno). Entre estos se encuentra, por ejemplo, la ayuda familiar, con una duración de seis meses, con la posibilidad de prorrogarse hasta 30 meses (dos años y seis meses). Finalizada esta se podrá acceder a las ayudas extraordinarias (SED y la RAI).

En el subsidio por insuficiencia de cotización la cuantía es fija y siendo el 80% del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) vigente. En 2023, esta cuantía se sitúa en los 480 euros mensuales.

Por otro lado, la duración máxima de este subsidio es de 21 meses y una vez agotado, no se podrá acceder a ningún otro subsidio. En este sentido, solo quedará acudir a las ayudas extraordinarias siempre y cuando se reúnan los requisitos para ello.

El SEPE recuerda que no todos los desempleados pueden acceder a un subsidio por desempleo

Por otro lado, el Servicio Público de Empleo Estatal recuerda, que mientras todas las personas que coticen el mínimo tendrán derecho a cobrar el paro, lo mismo no ocurrirá en los subsidios. La razón es debida a que los subsidios son ayudas asistenciales, es decir, se concede a personas desempleadas y con bajos ingresos.

Para acceder a un subsidio, es necesario tener rentas inferiores al 75% del salario mínimo interprofesional (SMI), que en 2023 equivale a 810 euros al mes. Si se percibe un ingreso superior a esta cantidad, no se tendrá derecho a recibir esta ayuda por parte del SEPE.

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