Con la llegada de la reforma de los subsidios por desempleo, una de las grandes preguntas es si es mejor cobrar ahora el paro o esperar y pedir los nuevos subsidios por desempleo. Las prestaciones por desempleo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) cambiarán a partir del 1 de noviembre de 2024, por lo que hay que conocer y entender en que situaciones beneficiarán más a los trabajadores.
Lo primero que hay que entender es que la prestación contributiva por desempleo, más conocida como el paro, y los subsidios no son lo mismo. El paro es una prestación contributiva, es decir, que se debe cotizar un mínimo para acceder a ella. Se tiene derecho al paro cuando se ha cotizado al menos 360 días por desempleo dentro de los últimos seis años.
En cambio, los subsidios son ayudas asistenciales que se conceden cuando no se tiene derecho al paro o se ha agotado la prestación contributiva por desempleo y se carece de ingresos suficientes. Este límite está fijado en el 75% del salario mínimo interprofesional (SMI), que en 2024 es de 850,5 euros.
Por lo tanto, mientras que al paro puede acceder cualquier persona que ha cotizado el mínimo requerido, los subsidios solo pueden solicitar cuando se carece de ingresos suficientes y no se tiene derecho a paro. Por ello, siempre será más beneficioso cobrar el paro en lugar de un subsidio por desempleo.
¿Qué es mejor solicitar los subsidios antiguos o los nuevos?
Entre los actuales subsidios por desempleo y los que entraran en vigor a partir de 1 noviembre de 2024, sí que habrá grandes diferencias, sobre todo en las cuantías. La principal novedad de la reforma de los subsidios por desempleo es el aumento inicial de las cuantías. Hasta ahora, los subsidios eran equivalentes al 80% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), lo que representaba 480 euros al mes.
Con los nuevos cambios, durante los seis primeros meses se cobrarán 570 euros (95% del IPREM) y durante los siguientes seis meses, 540 euros (90% del IPREM). Transcurrido un año, la cuantía volverá a situarse en el 80% del IPREM, es decir, 480 euros al mes.
Además, con los nuevos subsidios se elimina el mes de espera y el subsidio parcial. Anteriormente, al agotar el paro o un subsidio, había que esperar un mes para solicitar una nueva ayuda, lo que ya no será necesario. Además, si el último contrato era a jornada parcial, el subsidio se reducía proporcionalmente, algo que también se elimina.
Otra novedad es, que durante los primeros 180 días del subsidio, será posible trabajar a tiempo completo o parcial y recibir la ayuda, con una cuantía entre el 80% y el 60% del IPREM, siempre que el salario no supere el 225% del IPREM (unos 1.350 euros mensuales).
¿Es mejor cobrar ahora el subsidio o esperar a los nuevos a partir del 1 de noviembre? En este sentido, cada trabajador deberá valorar si solicitar el subsidio por insuficiencia de cotización o esperar y seguir cotizando para tener derecho a pedir el paro. Entre un subsidio y el paro, siempre será más beneficioso optar por este último, ya que mientras se cobra el paro se cotiza a la Seguridad Social para la futura pensión de jubilación. Además, las cuantías son superiores en todos los casos frente al subsidio por desempleo.
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