La Justicia corrige al INSS: la narcolepsia con cataplejía es sinónimo de incapacidad permanente absoluta

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG) ha ratificado el derecho de una mujer de 49 años diagnosticada con narcolepsia con cataplejía a recibir una incapacidad permanente absoluta. Esta sentencia, emitida el 27 de septiembre bajo el número 4133/2023, marca un precedente crucial en el reconocimiento de las condiciones médicas incapacitantes y la necesidad de apoyo adecuado para los afectados.

La mujer, que anteriormente trabajaba como operaria conservera, había sido diagnosticada con narcolepsia con cataplejía, una enfermedad crónica que provoca somnolencia diurna extrema, ataques de sueño repentinos y pérdida de tono muscular durante la vigilia, entre otros síntomas incapacitantes. A pesar de que no hay un listado oficial, estas son las enfermedades que derivan en una incapacidad permanente.

A pesar de su diagnóstico y de su incapacidad para llevar a cabo tareas laborales básicas debido a la gravedad de su condición, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) inicialmente le concedió solo una incapacidad permanente total, limitando su capacidad para ejercer su profesión pero sin reconocer su inhabilitación total para cualquier forma de trabajo.

La demandante, buscando una incapacidad permanente absoluta que reflejara la verdadera extensión de su incapacidad, decidió impugnar la decisión del INSS ante el Juzgado de lo Social Nº4 de Vigo. La juez de instancia, tras una evaluación exhaustiva de su situación médica, dictaminó que la mujer no estaba en condiciones de realizar ninguna actividad laboral debido a la severidad de sus síntomas, incluyendo olvidos, nerviosismo, tartamudeos, náuseas, cefaleas, palpitaciones y pensamientos suicidas. Además, sufría al menos dos episodios diarios de narcolepsia, lo que requería microsiestas y compañía constante para evitar accidentes en el trabajo.

Una sentencia de 1990 sienta jurisprudencia sobre la incapacidad permanente

A pesar de la decisión del juzgado, el INSS decidió impugnar la sentencia argumentando que esta infringía el artículo 194.5 de la Ley General de la Seguridad Social, que establece la incapacidad permanente absoluta como la inhabilitación total para toda profesión u oficio. Sin embargo, el TSXG, en su análisis del caso, consideró que la mujer presentaba un cuadro patológico tan grave y avanzado que la incapacitaba por completo para ejecutar cualquier tipo de trabajo de forma continua y profesional.

Los magistrados del TSXG respaldaron su dictamen citando una sentencia previa del Tribunal Supremo de 1990, que establece que la incapacidad permanente absoluta implica no solo la capacidad de realizar un trabajo, sino de hacerlo con profesionalismo, rendimiento y eficacia de manera sostenida. Basándose en este criterio, el TSXG desestimó el recurso del INSS y confirmó la incapacidad permanente absoluta de la demandante.

Una sentencia, que así, no solo asegura el acceso de la mujer a una pensión vitalicia que le proporcionará estabilidad financiera, sino que también establece un importante precedente legal para garantizar el reconocimiento y el apoyo adecuado a las personas que enfrentan condiciones médicas incapacitantes.

¿Qué es la narcolepsia con cataplejía y qué consecuencias laborales tiene?

La narcolepsia con cataplejía es un trastorno del sueño que se caracteriza por episodios de somnolencia excesiva durante el día y pérdida súbita del tono muscular (cataplejía) ante emociones intensas. Estos síntomas pueden afectar el rendimiento laboral y la seguridad de las personas que lo padecen, así como su calidad de vida. Algunos riesgos potenciales de trabajar con narcolepsia con cataplejía son:

• Accidentes laborales por quedarse dormido o perder el equilibrio en situaciones de riesgo, como manejar maquinaria, conducir vehículos o manipular objetos cortantes o inflamables.
• Errores o descuidos por falta de concentración, memoria o atención, que pueden tener consecuencias graves para la salud, la economía o la reputación de la persona o la empresa.
• Problemas de comunicación o relaciones interpersonales por dificultad para expresarse, comprender o responder adecuadamente a las demandas, expectativas o emociones de los demás.
• Estrés, ansiedad o depresión por sentirse incomprendido, discriminado o incapaz de cumplir con las responsabilidades laborales o personales.