Actualmente todo el mundo está expectante con el sistema de pensiones que tenemos en España porque la mayoría de ciudadanos tiene dudas de si el modelo será sostenible en el tiempo o no. De ahí que algunos economistas, como Francisco Rodríguez, hayan salido al paso expresando su opinión sobre esto. Pero ya no es solo que sea sostenible o no, sino otro aspecto que se está poniendo a debate ahora sobre las pensiones es si son suficientes o no debido a la inflación, ya que estamos viendo algunos jubilados que están teniendo incluso que compartir piso para poder mantenerse económicamente.
Con todo, estas preocupaciones al respecto de las pensiones actuales resultan algo insignificantes para ciertos jubilados de más edad que tuvieron que vivir con una pensión mucho menor y con muchos más gastos a sus espaldas hace solo unas décadas. Es el caso de Arrate Aranceta, una mujer que se quedó viuda con solo 40 años y teniendo 4 hijos a su cargo a los cuales tuvo que sacar adelante con una triste pensión de "un poco más" de 400 euros.
En una reciente entrevista con Antena 3 esta jubilada explica cómo, al quedarse viuda tan pronto y con tantos hijos, tuvo que hacer frente a los gastos de una casa con 4 críos con una pensión tan pequeña.
"Sin contrato y sin cotizar"
En aquel momento, su hija menor tenía siete años y la mayor 19. "Los cuatro estaban estudiando", explicó la jubilada, que hoy tiene 79 años. La prestación que recibió consistía en "400 o 500 euros y con esto había que alimentar a los cuatro hijos y pagar los estudios; para eso no dan las pensiones", recordó Aranceta.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2025 el coste medio de vida en España ronda los 1.093 euros mensuales por persona. Sin embargo, hace 39 años, en 1986, cuando Aranceta enviudó, el salario mínimo se situaba en unos 241,25 euros mensuales y el precio medio del metro cuadrado de una vivienda nueva era de unos 413 euros.
En aquel contexto, vivir con 400 o 500 euros podía parecer posible, ya que el coste de vida era mucho menor, aunque mantener a cuatro hijos con esa cantidad resultaba sumamente complicado.
Ante esta situación, Aranceta recurrió a cualquier trabajo que le permitiera subsistir: "Encontramos trabajos, pues haciendo limpieza en las casas, en los portales, cuidando niños, mayores... sin contrato y sin poder cotizar, siempre dos horas en un sitio y dos horas en otro", contó.
También admitió que llegaron a plantearse si aquello podía considerarse "economía sumergida, pero no, no lo era propiamente, es una economía de la supervivencia para poder llegar a fin de mes".
El reclamo de las viudas: pensiones dignas
Cristina Gómez Díaz, viuda y presidenta de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Viudas Hispania, destacó en declaraciones a Antena 3 que es fundamental que "la pensión mínima se equipare al Salario Mínimo Interprofesional y que se reconozca su aportación a la sociedad".
Esto se debe a que las pensiones de viudedad tienden a disminuir con el tiempo, haciendo que muchas mujeres enfrenten enormes dificultades para llegar a fin de mes. "Las viudas sacamos fuerza de donde no la hay cuando vemos necesidad de trabajo y tenemos hijos a nuestro alrededor", afirmó Gómez Díaz.
En los últimos años, estas pensiones han aumentado un 6% en general y un 9,1% para quienes tienen cargas familiares, de acuerdo con los datos de 2025. Aun así, las cuantías mínimas siguen siendo modestas: 662,50 euros al mes para menores de 60 años; 818 euros para quienes tienen entre 60 y 64 años; y 874,40 euros para las personas de 65 años o con una discapacidad igual o superior al 65%.
Con cargas familiares, el mínimo asciende a 1.127,60 euros mensuales, mientras que la pensión máxima, sumando otras prestaciones, puede llegar a los 3.174 euros al mes en 2025.
Pese a los distintos requisitos y condiciones que influyen en la cuantía final, muchas viudas (como Arrate Aranceta) siguen encontrando estas ayudas insuficientes cuando constituyen su única fuente de ingresos.
