La puesta en marcha del nuevo Gobierno de España ha puesto sobre la mesa nuevas propuestas en materia de prestaciones por desempleo, aunque no todas “sean buenas”. El Ministerio de Trabajo y Economía Social, liderado en una segunda legislatura por Yolanda Díaz, tiene como medida cambiar no solo la cuantía de los subsidios por desempleo, sino también de la forma de cobro de estos en los próximos meses.
Una decisión que junto a la de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) están siendo las primeras propuestas conocidas por sindicatos, patronal y los agentes sociales. A estas se une también la de unificar todos los subsidios por desempleo en uno solo. Es cierto que las reuniones y las negociaciones ya han comenzado, pero todavía no hay consenso en estas decisiones.
Actualmente, alrededor de 1,8 millones de personas en situación de desempleo son beneficiarias este tipo de prestaciones del SEPE, cuya finalidad es ayudarles económicamente junto a un programa de formación, cursos y acceso a ofertas de empleo para que la reincorporación a un empleo sea inmediata.
Precisamente, en este punto es donde se centran los futuros cambios, en incentivar a que los parados españoles se vean reducidos y haya mayores incorporaciones al mercado de trabajo. De ahí que haya más exigencias por parte de la administración para que los desempleados estén en Búsqueda Activa de Empleo y cumplan con todos los requisitos que dan acceso a este tipo de ayuda asistencial.
¿Cuáles son los cambios que podría introducir el SEPE en los subsidios por desempleo?
Los cambios que podrían darse en los subsidios por desempleo tienen que ver tanto en la cuantía como en la forma de cobro de los mismos. Es decir, que se prevé que a partir de 2024 haya un incremento del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM) y, por tanto, se cobre más.
A esto hay que añadirle la forma en la que los harán. El ministerio de Yolanda Díaz plantea entre sus propuestas que durante los seis primeros meses se cobre el 110% del IPREM, durante los seis meses siguientes el 90% de dicho indicador y durante el tiempo restante, el 80% del IPREM, como viene siendo habitual.
Esto supondría una pérdida de la cuantía del subsidio de forma progresiva para que los trabajadores en desempleo tengan un incentivo mayor para encontrar un nuevo trabajo.
Pero no es la única medida. También habrá otra importante y es que los desempleados podrán percibir esta ayuda asistencial a pesar de haber encontrado un empleo a tiempo completo, algo que se podría aplicar gradualmente en forma de complemento salarial y, sin duda, sujeta a varias condiciones.
Las consecuencias directas se verán en la Declaración de la Renta, ya que los ingresos beben de dos fuentes: el SEPE y el empleador, por lo que podría desembocar en una mayor aportación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Es cierto que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apuesta activamente por este tipo de política.
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