Los propietarios de viviendas tendrán que cumplir este requisito si quieren vender o alquilar a partir de esta fecha

Los propietarios que planeen vender o alquilar sus viviendas deberán adaptarse a un cambio importante en la legislación europea sobre eficiencia energética. Estos cambios supondrán en muchos casos tener que hacer reformas en las viviendas para cumplir con los nuevos requisitos para poder firmar una compraventa o un contrato de alquiler. 

A partir de 2030, los inmuebles tendrán que disponer de una calificación mínima en el Certificado de Eficiencia Energética (CEE), un documento que evalúa el consumo energético y las emisiones de CO2, asignando una escala que va desde la letra A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente). Hasta ahora, bastaba con tener dicho documento vigente (tiene una validez de 10 años), pero con la nueva normativa, se exigirá que las propiedades tengan una calificación concreta. 

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La Directiva Europea de Eficiencia Energética de la Edificación establece que, a partir de 2030, las viviendas deberán tener al menos una calificación energética E para ser vendidas o alquiladas. Este criterio se endurecerá progresivamente, de manera que, en 2033, será obligatorio contar con una calificación energética D. Esto implica que gran parte del parque inmobiliario español, caracterizado por su antigüedad, deberá realizar reformas importantes para cumplir con estas exigencias antes de poder vender o alquilar.

El impacto de esta nueva normativa en las viviendas españolas 

Según un informe de Idealista, más del 51% de las viviendas en España tienen más de 40 años, y esto complica que los inmuebles alcancen las exigencias necesarias en materia de eficiencia energética. 

No obstante, los expertos aseguran que las mejoras son posibles, siempre que se realicen obras específicas, como por ejemplo la sustitución de ventanas y puertas para mejorar el aislamiento térmico o la instalación de sistemas de climatización más eficientes.

Ayudas del Gobierno para la rehabilitación energética

Estas reformas pueden suponer un desafío económico para muchos propietarios, especialmente si los costes no resultan rentables frente a los beneficios esperados al vender o alquilar.

Con el objetivo de que el parque de viviendas español sea más eficiente nivel de consumo de energía, el Gobierno ha implementado una serie de ayudas en un programa dirigido a fomentar la rehabilitación energética. 

Las ayudas para rehabilitar las viviendas no se conceden como aportaciones económicas directas, sino que se obtendrán como deducciones fiscales que varían según el grado de eficiencia energética alcanzado tras las reformas:

• 20% de deducción, con un límite de 5.000 euros, para viviendas que reduzcan la demanda de calefacción en un 7%.
• 40% de deducción, con un máximo de 7.500 euros, para inmuebles que logren disminuir el consumo energético en al menos un 30% o alcancen una calificación A o B.
• 60% de deducción, con un tope de 15.000 euros, en el caso de reformas realizadas en comunidades de propietarios.
• En situaciones de vulnerabilidad económica, estas ayudas pueden cubrir hasta el 100% del coste de las obras.

Las subvenciones están dirigidas a propietarios, usufructuarios y arrendatarios que ejecuten las reformas en su vivienda habitual. Es necesario presentar un certificado técnico que demuestre el impacto positivo de las obras, comparando el CEE anterior y posterior a las mismas.

Para iniciar los trámites, los interesados deben acudir a la Oficina de Rehabilitación correspondiente a su comunidad autónoma, donde podrán presentar la documentación requerida y justificar las actuaciones en un plazo máximo de tres meses tras la finalización de las obras.