La misión de hacer frente a la hipoteca se ha convertido de riesgo para muchos hogares. La mayor inflación de los últimos 30 años y el endurecimiento de las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) para frenarla, seguido de las entidad financieras nacionales, incluyen subidas de tipos de interés. Entre ellos, el del euríbor, del que dependen las hipotecas variables.
El ahorro es uno de los métodos más extendidos para combatir también la inflación. Incluso en la hipoteca. ‘Jugando’ con las cuotas de la hipoteca, ampliando el periodo de amortización debido a la capacidad de modificación de sus condiciones sobre el tiempo, se puede llegar a ahorrar. Esto es posible mediante la subrogación de la hipoteca, en el que se cambia el deudor o el acreedor.
Sin embargo, el banco primero debe aprobar la viabilidad y el riesgo asociados a esa operación. Es decir, ver si puede llegar a resultar lógico que ese cliente pueda conseguir pagar la totalidad de esa hipoteca si se le aumentan los plazos estipulados inicialmente para ello. Si el banco da el ´sí’, perfecto. Pero está en su derecho de no hacerlo. Uno de los principales motivos para ello, además de la obvia viabilidad económica, es la edad.
Subrogación de la hipoteca para personas mayores
En el caso de la negativa del banco, ese aumento de los plazos de amortización de la hipoteca se podrán solicitar a través de una subrogación de la hipoteca con cambio de acreedor, en la que básicamente se cambiará la hipoteca a un banco con mejores condiciones de amortización. Entonces, se seguirá pagando la misma hipoteca, pero con un plazo de devolución más amplio.
Esta es una opción muy frecuentada, siempre que no se cuente con una edad avanzada. A partir de que el Documento Nacional de Identidad (DNI) muestre una determinada fecha de nacimiento, los bancos suelen mostrarse más reacios a aumentar los plazos de la cuota de la hipoteca.
De hecho, ‘La Información’ apunta que la gran parte de las entidades bancarias no permiten que el titular de la hipoteca no haya satisfecho la deuda a los 75 años. Es decir, que si alguien desea realizar una subrogación de una hipoteca a los 63 años para sus últimos diez de hipoteca, seguramente no le dejarían por el riesgo de que no lo acabe pagando. Los gastos asociados a la subrogación es otro factor determinante.
Por lo que, si se encuentra en esta situación, con la imposibilidad de realizarlo por la edad, la alternativa puede ser la subrogación de la hipoteca a otra persona o pedir dinero prestado a familiares u otro método para sufragar dicho importe.
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