Los empleados del BCE, al borde de la huelga: reclaman una subida salarial acorde a la inflación

El Banco Central Europeo ofrece un aumento de salarios del 4% que los trabajadores no aceptan frente a un incremento de precios del 10% en la eurozona. Una huelga en esta institución sería un hecho histórico.

Los empleados del BCE, al borde de la huelga: reclaman una subida salarial acorde a la inflación
Christine Lagarde, Presidenta Banco Central Europeo
Javier Martín

La inflación continúa martirizando al Banco Central Europeo (BCE), no solo de puertas para fuera, si no también intramuros: sus trabajadores han ‘amenazado’ formalmente con convocar una huelga que adquiriría tintes históricos. El motivo no es otro que el alza generalizada de precios, el alza del coste de vida y la consecuente pérdida de poder adquisitivo contra el que llevan batallando desde hace prácticamente un año.

Hasta ahora, la estrategia del BCE es clara, con resultados efectivos pero con mejoras tangibles con visibilización a muy largo plazo. Antes del verano, la inflación alcanzó tales niveles que el máximo organismo económico continental abandonó su clásico rol contemplativo para pasar a la acción, endureciendo la política monetaria con tres sucesivas subidas de tipos de interés que han aumentado el coste del dinero actualmente en el 2%. Conclusión: el dinero cuesta más que nunca.

A una semana vista prácticamente de ese 15 de diciembre en la que se llevará a cabo la última reunión del año en el organismo presidido por Christine Lagarde, el BCE prepara una cuarta de 50 puntos básicos. La razón, el alto nivel de desempleo y una inflación en la eurozona que alcanza ya el 10%. La presidenta del BCE y su equipo siempre han hecho oídos sordos a la estrategia del incremento salarial, atendiendo con escepticismo a las negociaciones en los países entre sindicatos y patronales.

Según ellos, echaría por tierra toda la lucha contra la inflación llevada hasta ahora. Pero ahora les pasa en casa, con los empleados del BCE al límite: reclaman precisamente lo contrario a lo que abandera su dirección, un aumento de sueldo que blinde su poder adquisitivo. De lo contrario, ya han anunciado de forma oficial protestas y un parón como el que llevaron a cabo en 2009 por no estar de acuerdo con la reforma de las pensiones que impulsó la jefatura. Aunque fue algo menos que simbólico: una hora y media de duración…que recuperaron posteriormente.

La propuesta del BCE, insuficiente para el IPSO

El IPSO es el sindicato que representa a los más de 4.000 trabajadores del Eurobanco, que está llevando cabo las negociaciones y que no acepta el aumento del 4,07 % que ofrece el BCE, al considerar que es menos de la mitad de la inflación en la eurozona y Alemania, donde se ubica la sede de la institución.

Su primer paso ha sido airear su descontento. El segundo apunta a la huelga. Creen que lo que pase en la negociación interna con el alto mando del BCE afectará al diálogo social europeo y sus salarios. No abogan, como Lagarde, por negar la indexación a la inflación ni a limitar con reformas laborales las negociaciones colectivas.

“Hemos hablado con Lagarde y no quiere negociar. Y por eso los trabajadores están enfadados. El Banco no quiere llegar a ningún acuerdo. Estamos abiertos a discutir otras formas de compensación. Por ejemplo, recuperar salarios cuando la inflación se mantenga estable o bien tener cuatro festivos, puesto que este año Navidad y Fin de Año cae en fin de semana. Esa sería una fórmula, pero el banco está cerrado”, afirmaba Carlos Bowles a ‘El País’, vicepresidente de la organización.

El BCE alude a ‘efectos de segunda ronda’

Recurrir a compensar la inflación elevando los salarios en la misma medida sería contraproducente, según ha defendido siempre el BCE. Todo ello a pesar de que el Banco Central de Irlanda ha evidenciado que los salarios en la zona euro crecieron un 5,1% en el último año, la mitad que los precios. Lagarde se escuda en ya en que no se puede aumentar la oferta sindical más allá del 4,07% ya que este año se produjo una subida en los salarios de los empleados del BCE del 1,48%.

Aunque Bowles se encargó de dejar un recado a Lagarde: “Un informe del Fondo Monetario Internacional sobre los efectos de segunda ronda sostiene que en la situación actual se pueden subir los salarios para que los trabajadores recuperen poder adquisitivo”. El FMI estaba dirigido por ese entonces por Lagarde, entre 2011 y 2019.

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