Cómo saber si la declaración de la Renta sale a pagar o a devolver

Así puedes saber si la declaración de la Renta sale a pagar o a devolver. Cómo calcula la Agencia Tributaria el resultado.

Así puedes saber si la declaración de la Renta sale a pagar o a devolver
Declaración de la Renta a pagar o devolver
Esperanza Murcia

Desde este 11 de abril ya se puede presentar la declaración de la Renta a través de internet, comenzando una de las citas más importantes del calendario del contribuyente. En lo que respecta a este trámite, donde se rinden cuentas ante la Agencia Tributaria, hay sin duda un aspecto que inquieta a todos los ciudadanos: saber si la declaración sale a pagar o a devolver

Antes de abordar la cuestión, primero hay que tener claro que el resultado puede salir positivo o negativo. Si se cumple el primer caso, declaración de la Renta positiva, se dice que sale a pagar, es decir, a ingresar. Y, aunque esto a simple vista podría parecer que se va a recibir dinero, todo lo contrario: toca ingresar la cantidad que sea oportuna a Hacienda. 

Entonces, ¿por qué se dice que sale positiva? Porque los resultados se fijan desde el punto de vista del Fisco, organismo que va a recibir dinero. Por el contrario, si la declaración de la Renta es negativa, significa que ha salido a devolver. Esto quiere decir que el contribuyente va a recibir dinero de Hacienda. 

Ahora, ¿dónde aparece si la declaración de la Renta es positiva o negativa? Hay que fijarse en el signo de la cifra que aparece en la casilla de la ‘Cuota diferencial’ del borrador, que corresponde a la 595 en la declaración de la Renta 2022. Si, en este apartado, aparece un signo negativo (-) significa que Hacienda devolverá la cantidad que aparezca en la casilla. Si no aparece este símbolo, signfcia que hay que pagar dicha cantidad. Por último, si no aparece nada, significa que ni hay que pagar ni hay que devolver. 

¿Cómo se calcula el resultado de la declaración de la Renta?

Sabiendo el significado de la declaración de la Renta positiva o negativa, lo siguiente que hay que saber es cómo se establece este resultado. En términos generales, el aspecto más determinante son las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Si a lo largo del ejercicio el Estado ha retenido menos dinero del que le corresponde, es decir, las retenciones del IRPF han sido menores, la declaración de la Renta saldrá a pagar. En el momento de presentarla, este impuesto se ajustará, teniendo que ingresar el dinero que falta hasta tributar por lo que se debe.

Para efectuar este pago, es posible pagarlo de una sola vez o fraccionarlo en dos pagos, aunque a la hora de presentar la declaración se tiene que abonar un 60% del importe. Además, se tendrá que cumplir con los pagos, ya que de lo contrario la Agencia Tributaria podría imponer sanciones. En caso de que la renta saliera a devolver, tras confirmar el borrador, el contribuyente recibiría el dinero por parte de Hacienda en un plazo entre uno y seis meses. En caso de no recibir el dinero antes de que acabase el año, el organismo tendría que pagar además intereses de demora. 

Por ello, es muy importante que el impuesto del IRPF esté ajustado correctamente. Normalmente, cuando solo se tiene un pagador no suele haber problemas, pero se complica cuando se tienen dos o más. El motivo es sencillo: el segundo pagador no tiene en cuenta al resto y aplica un IRPF por debajo de lo que corresponde. Así, al contribuyente le acaba saliendo la declaración a pagar. Esto ocurre, por ejemplo, cuando un pensionista ha recibido otra fuente de ingresos (aquí se explica cómo cambiar el IRPF de la pensión). 

Asimismo, a la hora de calcular el resultado de la declaración de la Renta, se tiene en cuenta la suma de los rendimientos de trabajo, por un lado, y los rendimientos de ahorro o inversión, por otro. A estos, se le aplica una serie de reducciones y se restan otras cantidades que dependen de la situación personal del contribuyente (como son los mínimos por descendientes). 

Así se obtiene la base liquidable, donde se aplican los tramos del IRPF, y donde después se pueden aplicar posibles deducciones. El resultado de la operación se compara con el dinero que, mediante las retenciones, ya se ha pagado a Hacienda, que es lo que dictamina si sale a pagar o a devolver. Antes de presentar la declaración, es posible acceder al simulador de la Agencia Tributaria para saber cómo saldrá la renta. 

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