Hoy en día todo el mundo dispone de teléfono móvil propio o smartphone y necesita cargarlo en casa todos los días para no quedarse sin batería y poder seguir usándolo. Aunque la mayoría de personas no prestan demasiada atención a la forma de cargar su teléfono, sino que la mayoría lo enchufan y se olvidan, esto puede ser esencial si queremos ahorrar en la factura de la luz.
El detalle al que casi nadie presta atención y que sube la factura de electricidad en nuestras casas rápidamente es dejar el cargador enchufado sin que ningún dispositivo esté cargando. Un cargador enchufado sin dispositivo consume energía, lo que aumenta los gastos y además puede generar problemas en el propio cargador. Esta costumbre que tenemos casi todos puede parecer una tontería, pero afecta al presupuesto y a la seguridad del hogar.
¿Por qué sale caro dejar el cargador enchufado?
Cargar el móvil es algo tan rutinario que casi ni pensamos en ello: una o dos veces al día, según el uso y lo que aguante la batería. Parece poca cosa, pero si no cuidamos algunos hábitos la factura de la luz puede subir sin que nos demos cuenta. Para que te hagas una idea: según RTE, un ciclo de tres horas con un cargador de 5 W gasta unos 0,015 kWh. No es mucho, pero al cabo de un año eso ya son 5,48 kWh, o lo que es lo mismo, unos 1,38 euros. Una cantidad pequeña, sí, pero que se multiplica cuando tenemos varios dispositivos enchufados todo el tiempo. Por supuesto estas cantidades también dependen del precio diario de la electricidad, por eso se recomienda consultar cuáles son las horas más baratas y caras de luz cada día.
Lo típico es que, después de cargar el teléfono, lo desenchufamos… pero dejamos el cargador puesto en la pared. Aunque no lo parezca, sigue consumiendo electricidad. Uno solo no supone gran cosa, pero con varios se nota, y ese gasto se podría evitar simplemente quitando el cargador cuando no se usa.
El ‘stand by’ que encarece la factura
Un estudio de Engie en 2022 probó con seis cargadores enchufados en la misma regleta. Solo por estar en espera, sumaron unos 40 céntimos más al año. Suena a poco, pero ese gasto se acumula con el de otros aparatos en stand by, y al final la factura sube.
Y no es solo un tema de dinero: un cargador enchufado todo el día también puede sobrecalentarse y, en el peor de los casos, provocar un incendio, sobre todo si es de mala calidad o está dañado.
Claves para ahorrar en la factura de la luz
El sentido común ayuda más de lo que parece. Mejor usar regletas con interruptor para cortar la corriente de golpe, revisar de vez en cuando el estado del cable y, si el cargador ya está viejo, sustituirlo por uno certificado y fiable.
Tampoco conviene cargar el móvil toda la noche: cuando llega al 100 %, sigue “listo” durante horas y el cargador sigue trabajando de más. Lo ideal es acostumbrarse a desenchufarlo cuando ya está cargado. Además, así el cargador dura más tiempo porque se calienta menos.
Otro truco: configurar el móvil para ahorrar batería. Reducir el brillo, limitar apps en segundo plano o activar el modo ahorro prolonga cada carga y hace que no tengamos que enchufarlo tantas veces.
En casa, lo que parece un detalle se multiplica. Varias regletas con interruptor, cargadores al aire (nunca tapados con telas o cortinas) y cables bien colocados son pequeños gestos que marcan la diferencia.
