Son muchas las personas mayores de 55 años que a lo largo de su carrera profesional no han podido cotizar y ahora se preguntan si tienen derecho a alguna ayuda. Tanto el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) como la Seguridad Social cuentan con prestaciones no contributivas a las que puedes acceder, incluso si nunca has cotizado, las cuales pueden alcanzar hasta los 6.784,44 euros.
Las personas mayores de 55 años son uno de los colectivos que más dificultades tienen para encontrar trabajo o reinsertarse en el mercado laboral. De hecho, según un informe publicado por la fundación Adecco, siete de cada diez desempleados mayores de 55 años cree que no volverá a trabajar nunca.
Por ello, es importante saber que, aunque nunca se haya cotizado, hay excepciones por las que los mayores de 55 años puede acceder a diferentes prestaciones no contributivas tanto de la Seguridad Social como del SEPE.
Prestaciones de la Seguridad Social para mayores de 55 años
La Seguridad Social cuenta con dos tipos de prestaciones que son el Ingreso Mínimo Vital y en el caso, de esta a punto de llegar a edad de retiro profesional, la pensión no contributiva por jubilación.
Ingreso Mínimo Vital (IMV)
El Ingreso Mínimo Vital es una prestación mensual para los hogares que carecen de los recursos económicos para cubrir sus necesidades básicas. Esta ayuda busca revenir el riesgo de pobreza y de exclusión social de las personas en situación de vulnerabilidad económica.
A esta ayuda pueden acceder un amplio abanico de la población española, entre los que se incluyen los mayores de 55 años. No es necesario haber cotizado para solicitarla, aunque si reunir unos requisitos mínimos.
Entre ellos se encuentran estar inscritos como demandantes de empleo, no estar cobrando una pensión no contributiva por jubilación o por invalidez y no superar el límite de rentas exigido.
En el caso de reunir los requisitos, el Ingreso Mínimo Vital tiene una cuantía anual que va desde los 6.784,44 euros y hasta los 14.925,96 euros. Esto supone una cuantía mensual que va desde los 565,37 € y hasta los 1.243,83 €.
Pensión no contributiva por jubilación
En el caso de ser mayor de 55 años, estar cerca de la edad legal de jubilación y no haber cotizado lo suficiente como para acceder a la pensión contributiva por jubilación, se podrá acceder a la pensión no contributiva por jubilación.
Esta prestación, aunque depende de la Seguridad Social, es gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso)y se encuentra regulada bajo el Real Decreto 357/1991.
Para acceder a esta pensión de jubilación es necesario cumplir tres requisitos:
- Tener 65 años de edad.
- Haber residido en España durante al menos 10 años, contados desde los 16 años hasta la fecha de devengo de la pensión. De esos 10 años, al menos 2 deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha en la que se solicita la pensión.
- Carecer de ingresos superiores a los 6.784,54 euros. En el caso de vivir en una unidad familiar.
La cuantía de la pensión no contributiva de jubilación para 2023, se sitúa en una horquilla entre los 6.784,54 euros y los 1.696,14 euros anuales. Esto, dividido en 14 pagas, da una pensión mensual que irá entre 484,61 euros y los 121,15 euros. La cuantía dependerá de los ingresos del beneficiario.
Prestaciones del SEPE
Las personas desempleadas mayores de 55 años, que aunque estén buscando empleo quieran solicitar una prestación o subsidio por desempleo, deben saber que el SEPE exige cotizar un mínimo para tener acceso a ella, tal y como explica en su página web. En concreto, se exige al menos haber cotizado 360 días en los últimos seis años para tener derecho a paro o 90 días, en el caso del subsidio por insuficiencia de cotización.
No obstante, el SEPE dice que hay excepciones por la cual se puede cobrar un subsidio por desempleo sin haber cotizado ni un solo día en España. Estos son el subsidio por mejora de una incapacidad permanente, el subsidio para emigrantes retornados y el subsidio para liberados de prisión.
El subsidio por mejora de una incapacidad permanente es la ayuda a la que pueden acceder aquellos que cobran una incapacidad permanente, pero mejoran y pueden volver a trabajar.
El subsidio para emigrantes retornados es la ayuda a la que tienen derecho los trabajadores que vuelven a España después de haber trabajado en países que no pertenecen a la Unión Europea, al Espacio Económico Europeo o a Suiza.
Por último, el subsidio para liberados de prisión es la ayuda a la que pueden acceder aquellos, que tras haber cumplido una privación de libertad por un tiempo superior a seis meses, no tengan derecho a solicitar ninguna otra ayuda.
Todas estas ayudas tienen un importe equivalente al 80 % del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) vigente cada año. En 2023, son 480 euros mensuales. La duración de cada una de estas ayudas será de meses prorrogables en otros dos periodos de la misma duración hasta un máximo de 18 meses.
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