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"Se vende piso okupado": la inversión de riesgo con la que se puede ser propietario y ahorrar más de un 60%

En muchos casos, son los propios dueños de los pisos okupados quienes deciden ponerlos a la venta por un precio inferior para no afrontar el largo proceso de desalojo.

Un piso okupado con un cartel de se vende
"Se vende piso okupado": la inversión de riesgo con la que se puede ser propietario y ahorrar más de un 60% |ÁXEL ÁLVAREZ
Antonio MontoyaJorge Magdalani
Fecha de actualización:
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Comprar un piso con okupas puede suponer un ahorro de entre el 30% y el 60% respecto al precio de mercado. Así lo señala la inmobiliaria de Donpiso. Por lo que, en caso de que una vivienda libre de cargas se venda por 300.000 euros, su equivalente okupado podría situarse entre los 120.000 y los 180.000 euros, dependiendo del estado del inmueble y la duración del proceso de desalojo. 

Esta rebaja tan significativa responde al alto riesgo que asume el comprador, ya que adquiere un inmueble sin poder disponer de él de forma inmediata y, en la mayoría de los casos, sin ni siquiera acceder para realizar las visitas pertinentes.

Los pisos okupados pueden costar hasta un 60% menos

Hablamos de una tendencia que no para de crecer, ya que solo hay que ver que cada vez más portales inmobiliarios anuncian pisos en venta okupados. De hecho, según Idealista, hasta este mes de agosto de 2025 se encuentran más de 20.000 viviendas en esta situación.

La compra de una vivienda okupada es legal en España, siempre que se cumplan con los requisitos legales que se establecen. No obstante, es fundamental tener en cuenta ciertos aspectos como puede ser la financiación, ya que muchas entidades suelen ser reacias a conceder hipotecas para propiedades okupadas, debido a que no se pueden tasar de manera adecuada por no poder acceder a la vivienda.

Ahora bien; aunque adquirir una vivienda con okupas dentro sea legítimo, la okupación sí que se considera un delito, rl cual se castiga con penas de prisión de seis meses a dos años y multas de tres a seis meses. Además, el okupa puede ser condenado a abandonar el inmueble y a indemnizar al propietario por los daños y perjuicios causados.

Es aquí donde en muchas ocasiones son los propios dueños de los pisos quienes deciden ponerlos a la venta por un precio inferior al de mercado para no afrontar el largo y tedioso proceso de desahucio para desalojar a los okupas. En otras ocasiones, las viviendas pertenecen a la cartera inmobiliaria de algunas entidades bancarias, que se han acabado quedando con ellos al no poder sus propietarios pagar la hipoteca.

"No puedes entrar a verlo ni sabes las condiciones"

FACUA señala, desde Granada al diario Ideal, que ante la imposibilidad de conocer en persona el piso, el comprador “va a ciegas”, y no es posible hacer una tasación adecuada a la hora de adquirir la hipoteca, ya que solo se pueden basar en las referencias del catastro. 

Actualmente, al ser cada vez más frecuente vender para solventar los conflictos que genera la okupación de un inmueble, hay incluso portales y plataformas inmobiliarias que compran como inversión casas okupadas en 48 horas desde que se acepta la oferta.

Como decimos, para alguien interesado en adquirir una de estas viviendas, el principal beneficio de estas operaciones es que el precio puede presentar una rebaja “de hasta el 60%”, según afirman desde Idealista en un post publicado en su página web. Por otro lado, a cambio de los precios mucho más bajos, los riesgos son que “no puedes entrar a verlo ni sabes las condiciones”.

De todas formas, y aún del precio atractivo, comprar una vivienda okupada conlleva diversas contingencias, como las siguientes:

  • Proceso de desalojo. Aunque se han aprobado recientemente leyes para poder agilizar estos desalojos, el proceso sigue siendo bastante largo… y costoso. Si el okupa alega arraigo, vulnerabilidad económica o presenta documentos falsos, el proceso puede alargarse y judicializarse durante meses o incluso años. 
  • Daños en la propiedad. Las viviendas okupadas suelen presentar un estado de conservación deficiente. Algunos okupan dañan la propiedad deliberadamente: provocando filtraciones, destruyendo puertas y ventanas e incluso, manipulan las instalaciones eléctricas y de agua. Todas las reparaciones pueden representar una gran inversión adicional.
  • Incertidumbre temporal. No hay una garantía clara de cuándo se podrá disponer de la vivienda, algo que puede afectar a los planes de inversión.
  • Problemas con la comunidad de vecinos. Los okupas suelen generar conflictos con la comunidad de vecinos por ruidos, impagos de cuotas o comportamientos incívicos que afectan a la convivencia diaria y, también, al valor del inmueble. Esto puede hacer que una futura venta o alquiler pueda complicarse, sobre todo si se trata de edificios residenciales.

Los interesados suelen ser inversores especializados

En su caso, el perfil de los compradores es también uno muy diverso, aunque suelen predominar, sobre todo, inversores especializados en comprar, reformar y vender o alquilar. En el caso de particulares, estos también se encuentran entre los interesados, aunque por norma general, y debido al proceso, deben tener ciertos conocimientos jurídicos entre los que buscan pisos con okupas, al tiempo que están dispuestos a asumir el riesgo que supone su compra. 

Además de su precio, una de las ventajas claras de adquirir una vivienda de estas características es que el propietario puede acceder a inmuebles fuera de mercado, como señalan desde Inviertis, plataforma de inversión inmobiliaria. "Esto es especialmente interesante en el entorno actual de falta de oferta, o en zonas que quizás no se podría permitir. Además, también ofrece un alto retorno en la venta por plusvalía".