Hacienda avisa de los pros y contras que tendrá el IVA franquiciado a partir de 2025

Los autónomos que tengan unos ingresos por debajo de los 85.000 euros anuales se libran de presentar el IVA trimestral. Estos son los pros y contras del nuevo IVA franquiciado.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda
María Jesús Montero, ministra de Hacienda EFE
Isabel Gómez

Hacienda sigue en el punto de mira por la implantación del IVA franquiciado y por la promesa de la ministra competente, María Jesús Montero, por el que miles de autónomos se librarán de presentar el IVA trimestral. Con las negociaciones ya en marcha son muchos los trabajadores por cuenta propia que intentan saber cuáles son los pros y contras que tendrá el nuevo sistema cuando se ponga en marcha en 2025.

Cabe decir que la directiva europea 2020/285 de la Unión Europea que recoge este nuevo sistema de tributación beneficiará a todos aquellos cuyos ingresos estén por debajo de los 85.000 euros, como confirman desde la Agencia Tributaria. Pero, ¿en qué consiste realmente? Un sistema cuyo objetivo es simplificar las obligaciones en materia de fiscalidad, tanto a los autónomos como a las pymes.

Los pros del IVA Franquiciado para los autónomos

En caso de que no se sobrepase la dicha cuantía al año, los pequeños empresarios y trabajadores por cuenta ajena que lo soliciten, pueden acogerse de manera voluntaria a esta medida que tiene estas ventajas:

  • No será necesario presentar el modelo 303, el actual IVA trimestral.
  • Es posible emitir facturas por sus servicios, sin repercutir el impuesto sobre el valor añadido.

Los contras del IVA Franquiciado para los autónomos

Se prevé que el IVA franquiciado podría beneficiar a más de tres millones de autónomos de nuestro país. Sin embargo, aunque los pormenores de esta nueva iniciativa están aún por determinar del todo, sí que se intuyen ya algunos posibles inconvenientes que provocaría su puesta en marcha:

  • No se podría deducir el IVA soportado: perjudicaría a las actividades empresariales con muchos gastos. En estos casos, habría que ver en qué medida compensaría acogerse al nuevo régimen.
  • Los ingresos del negocio no podrían superar un 10% el tope establecido de 85.000 euros al año.

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