Coches de alta gama, relojes de lujo y vacaciones de ensueño. Es la imagen que acompaña a los influencers como Violeta Mangriñán gracias al éxito rápido y una vida de excesos. Sin embargo, la propia Violeta se ha encargado de desmentir ese estereotipo en el pódcast de Ac2ality, donde ha abierto la puerta a una realidad mucho más terrenal y menos glamurosa de lo que muchos muestran en redes sociales.
“Ganaba 1.000 euros al mes trabajando en Zara, currando más de 40 horas semanales e iba divina siempre de la muerte con bolsitos del Zara. No necesito llevar un Gucci para ser feliz”. La influencer y empresaria, que hoy presume de poder comprarse “un Rolex” o “unas Cartier”, asegura que la felicidad nunca dependió del saldo de su cuenta ni de la marca de sus bolsos: “¿Podría vivir sin ellos? Por supuesto”, sentencia.
En la charla junto a Abel Planelles y Mery Murillo, los presentadores del podcast, la colaboradora de televisión ha dejado claro que su vida no siempre ha estado rodeada de lujos ni privilegios:
“No vengo de una familia con pasta ni mucho menos, vengo de una familia normal, de clase media, sin pasar ningún tipo de necesidad, pero sin tener ningún tipo de lujos tampoco. Y he vivido muy feliz, ¿eh?”.
Así, Mangriñán subraya que su historia está más cerca de la de cualquier joven que ha tenido que compartir habitación y hacer números para llegar a fin de mes, que de la de quienes “se le va la olla” al alcanzar el éxito y se olvidan de cómo eran sus vidas antes de Instagram y TikTok. La clave, según ella, está en no perder el sentido común ni dejarse arrastrar por la presión de aparentar más de lo que uno es.
¿Cuánto dinero necesita una influencer para vivir?
La conversación surgió de una pregunta que puede resultar incómoda para muchos: “¿Con cuánto dinero creéis que podríais vivir al mes?”, lanzó Planelles. Violeta, que suma más de dos millones de seguidores solo en Instagram, sabe lo que es sentir la presión de mostrar una vida perfecta y llena de lujos. Por eso, su respuesta puede sorprender a muchos: “Yo podría vivir con mucho menos de 10.000 euros al mes”, asegura.
Además, la influencer deja claro que el coste de vida en Madrid dispara los gastos y que, si optase por mudarse a su pueblo natal en Valencia, podría reducir sus necesidades económicas a “la mitad”.
Sin embargo, reconoce que la presión no desaparece ni con éxito ni seguidores, y su mayor vértigo es la hipoteca y la inversión en vivienda: “Me he embarcado en esa aventura, pero al mismo tiempo noto el sudor corriéndome por la nuca”, explica. La estabilidad la busca en negocios tangibles, lejos de los “caprichos” del sector: “No invierto en chorradas, invierto solo en lo que en inversiones seguras, o sea, en mi negocio y en una casa o inmuebles”.
El mensaje que deja la influencer en el pódcast es que la felicidad no depende de la cifra en la nómina ni del logo que lleves tu ropa y accesorios. Frente a la industria del postureo, Violeta reivindica la normalidad y recuerda que, incluso con fama y éxito, la vida real sigue implicando hacer cuentas cada mes.