Las etiquetas medioambientales de la DGT correspondientes a los coches (las llamadas etiquetas verdes), cobran cada vez más importancia. Estas etiquetas sirven para clasificar a los coches en función de su nivel de emisiones contaminantes y actualmente se tienen muy en cuenta a la hora de circular por las ciudades españolas.
Hasta hoy, las limitaciones afectan de pleno a los coches sin etiquetas o coches con etiqueta A o, lo que es lo mismo, coches de gasolina que son anteriores al año 2000 y automóviles diésel anteriores al año 2006.
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En cuánto a la etiqueta de los coches B corresponde a los coches matriculados entre el 1 enero de 2001 hasta el 31 de diciembre de 2006 y los diésel desde 2006 hasta 2015. Las etiquetas C, por lo tanto, corresponden a los coches de gasolina puestos en la calle desde enero de 2006 y diésel desde 2014.
Es así que a partir de este 2025, y como máximo hasta el 30 de septiembre, todas las ciudades tendrán que tener implantada su área protegida con restricciones a vehículos, las denominadas como ZBE, Zonas de Bajas Emisiones. De todas formas, lo cierto es que a estas alturas, apenas el 20% la tiene ya en funcionamiento.
Y lo harán porque son los propios ayuntamientos quienes, guiados solo por la Ley de Cambio Climático del Gobierno, tienen que establecer qué área y qué vehículos serán los afectados en sus Zonas de Bajas Emisiones Obligatorias.
Barcelona, Palma de Mallorca, Bilbao, Málaga y San Sebastián comenzarán a restringir sus ZBE desde 2025
Recodamos que están obligadas a contar con ellas por ley todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, así como los territorios insulares y las poblaciones con más de 20.000 habitantes e incumplimientos en materia de calidad del aire.
Es aquí donde ya hay cinco ciudades españolas que han anunciado la fecha en la que comenzarán a restringir la circulación de estos vehículos, sumándose a Madrid, que ya tiene una de las ZBE más restrictivas. Estas ciudades son Barcelona, Palma de Mallorca, Bilbao, Málaga, y la última en incorporarse, San Sebastián. Las cinco se suman a las de Córdoba, Pontevedra, A Coruña, Sevilla, Pamplona, Zaragoza y Badalona.
Para ello, y a diferencia de las más estrictas como Madrid, en las Islas Baleares, Palma de Mallorca han adoptado un enfoque donde se prohibirá el acceso de vehículos con etiquetas B y C en fases, ya con restricciones desde el pasado 1 de enero con los coches sin etiqueta. A partir de 2027, la restricción se extenderá a los vehículos con etiqueta B, y en 2030 también se aplicará a los coches con etiqueta C.
Bilbao, Málaga y San Sebastián son otras ciudades que han anunciado restricciones similares. Bilbao prohibirá el acceso de vehículos con etiqueta B a sus ZBE a partir de abril de 2025, salvo aquellos que estén empadronados en el área, que tendrán una prórroga hasta 2029.
Málaga, por su parte, implementará estas restricciones de la DGT a partir de 2027, mientras que San Sebastián lo hará en 2028, limitando tanto el acceso como el estacionamiento de vehículos con etiqueta B.
Se limitará aún más la capacidad de circular y aparcar en las ZBE
Para los conductores cuyos vehículos carecen de distintivo medioambiental o tienen etiquetas B o C de la DGT, el panorama se complica aún más. A medida que las grandes ciudades adopten estas restricciones, la capacidad de circular y aparcar en estas ZBE será más limitada.
En ciudades como Madrid o Barcelona, que ya han comenzado a aplicar estas medidas, se estima que alrededor de 600.000 coches serán perjudicados, lo que podría desencadenar una transición acelerada hacia vehículos más ecológicos o el aumento del uso del transporte público. Por otro lado, podría crecer el descontento de la población por la incapacidad de poder permitirse alguno de estos vehículos, y la falta de libertad a la hora de moverse con el coche particular por la ciudad.