Un informe elaborado por Ipsos en 32 países señala que España es, junto con Italia, el país donde más tarde se considera a alguien como “viejo”, fijando ese umbral en los 73 años. Este dato se encuentra en un estudio que analiza la forma en que diferentes sociedades perciben la vejez, así como los momentos considerados más adecuados para tomar decisiones clave en la vida adulta, como formar una familia o comprar una vivienda, por ejemplo.
La investigación también ha tomado en cuenta la relación entre percepciones culturales, edad y condiciones socioeconómicas, revelando que la ciudadanía tiende a sobrestimar la proporción de personas mayores en sus entornos y a establecer criterios variables sobre qué se considera “demasiado pronto” o “demasiado tarde” para ciertos hitos a lo largo de la vida de una persona.
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Diferentes percepciones frente a la realidad
El estudio muestra que la población española cree que el 30% de la ciudadanía tiene más de 65 años, cuando en realidad esa cifra se sitúa en el 21%, es decir, una diferencia de 9 puntos. Algo similar ocurre con los mayores de 75 años: se estima que representan el 20% de la población, aunque el dato real es del 11%.
Este desfase revela un fenómeno creciente: el envejecimiento percibido supera al real, lo que puede tener implicaciones en el diseño de políticas públicas, el mercado laboral y la planificación demográfica.
La vejez es la etapa deseada, especialmente entre jóvenes y mujeres
Aunque una mayoría del 54% de españoles no espera con entusiasmo la vejez, un 43% sí lo hace, lo que sitúa a España entre los países europeos con mayor aceptación de esta etapa, junto a Italia. Esta visión positiva es más común entre las mujeres (46%) que entre los hombres (41%), y también entre los menores de 35 años (48%) frente a los mayores de 50 (40%).
La educación también influye: el 45% de quienes tienen estudios superiores ven con ilusión envejecer, mientras que entre quienes cuentan con menor nivel formativo, ese porcentaje cae al 28%.
¿Cuándo empieza la vejez y cuánto se espera vivir?
En España, la edad media a la que se considera que una persona entra en la vejez es de 73 años, un dato que ha permanecido prácticamente inalterado desde 2018, cuando se situaba en los 74. Las mujeres tienden a situar esa edad algo más tarde (74 años) que los hombres (71), mientras que los menores de 35 años consideran a alguien de 69 años como “viejo”, frente a los mayores de 50, que elevan esa percepción a los 76.
España también destaca por su alta esperanza de vida, que alcanza de media los 83 años, solo superada por Corea del Sur (84). Entre los baby boomers, esa expectativa asciende a 85 años, mientras que entre generaciones más jóvenes desciende ligeramente. Los ingresos también marcan diferencias: quienes tienen rentas más altas esperan vivir más años (85 de media) que el resto de la población.
Los 30: la edad clave para formar una familia y comprar una vivienda
El estudio refleja que los españoles consideran que entre los 29 y los 35 años se deben alcanzar los principales hitos vitales. Para la maternidad, la edad ideal se sitúa en los 30 años, y el 34% de los encuestados señala el intervalo entre los 30 y 34 como el más adecuado. Solo un 6% considera aceptable tener hijos a partir de los 40 años, aunque un 12% cree que nunca es tarde para ello.
En el caso de los hombres, la edad ideal para ser padre es de 32 años. El 18% amplía ese margen hasta los 39, mientras que un 9% acepta la paternidad a partir de los 40.
En cuanto a la compra de vivienda, el 33% considera los 30-34 años como el momento idóneo, mientras que un 46% cree que no hay edad límite para hacerlo. Para el matrimonio o la unión civil, la edad considerada óptima es de 29 años, aunque un 74% opina que casarse es posible a cualquier edad.
¿A qué edad se es “demasiado mayor” para ciertos trabajos?
El estudio también analiza las percepciones sobre la edad ideal para desempeñar funciones de alta responsabilidad o exigencia física. En España, se considera que para ser presidente del Gobierno la edad ideal es de 41 años, y a partir de los 61 ya se percibe como “demasiado mayor”, aunque un 34% rechaza poner límite.
Para dirigir una gran empresa, la edad preferida es de 36 años, siendo los 55 el tope habitual. En el caso de un piloto de aviación, la franja idónea se sitúa en los 31 años, y el 56 se marca como límite, aunque casi un 20% cree que no hay edad inadecuada.
Para profesiones como la cirugía o las fuerzas armadas, se identifican edades ideales de 30 y 24 años respectivamente, y edades máximas de 58 y 52 años. No obstante, una parte significativa de la población (entre el 18% y el 20%) cree que la edad no debería ser un factor excluyente en estos ámbitos.