Encender velas en casa puede parecer un gesto inofensivo. De hecho, se suelen recomendar para crear ambiente, aportar calidez en los días de frío y pueden servirnos como iluminación en caso de apagón o emergencia. Sin embargo, los expertos de la OCU y estudios como los de la Asociación Española de Técnicos de Prevención y Seguridad advierten que encender velas, especialmente por la noche, puede entrañar riesgos importantes.
Según la AETPS, “las velas son una fuente de fuego abierto que, en condiciones de descuido o cansancio, incrementa de manera significativa el riesgo de incendio en el hogar”. Por la noche, la combinación de oscuridad, fatiga y distracciones habituales aumenta aún más la probabilidad de accidentes.
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Los accidentes con velas encendidas en el hogar son más que comunes y pueden llegar a reportar pérdidas cuantiosas
Los incendios provocados por velas no son casos aislados. Datos del Ministerio del Interior indican que en España los accidentes domésticos relacionados con fuego abierto (el uso de una llama directa y sin obstáculos) causan cada año decenas de incidentes graves y pérdidas económicas cuantiosas. La mayoría ocurren entre las 22:00 y las 2:00 de la madrugada, horas en las que el cansancio disminuye la capacidad de reacción y atención.
Entre los estudios realizados en pruebas ambientales, los expertos destacan que la descarga de gases de combustión, como el monóxido de carbono o el óxido de nitrógeno contamina el ambiente interior. Eso hace porque el riesgo aumente cuando las velas se colocan cerca de materiales inflamables, como cortinas, ropa, muebles de madera o papeles.
Incluso una brisa ligera puede desviar la llama y provocar un accidente. Por ello, los Técnicos de Prevención y Seguridad recomiendan mantener siempre una distancia mínima de 30 centímetros de cualquier objeto combustible y nunca dejar una vela encendida sin supervisión.
Se recomienda dejar siempre una distancia mínima de 30 centímetros de cualquier objeto combustible
Desde el Cuerpo de Bomberos de Madrid aconsejan algunas medidas básicas para reducir riesgos:
- Usar portavelas estables y resistentes al calor.
- Evitar encender velas en habitaciones donde se duerme o en las que hay mascotas y niños pequeños.
- Mantener siempre un medio de apagado cercano, como agua o un extintor doméstico.
- Optar por velas LED para el descanso o para crear ambiente eliminando el riesgo de incendio.
“Muchas personas no son conscientes de que una vela pequeña puede generar un incendio en cuestión de segundos”, explicaron desde la División de Protección Civil y Prevención de Bomberos de Barcelona, aconsejando cómo evitar posibles riesgos en casa. "La noche es especialmente crítica, porque la falta de luz natural reduce la atención y aumentan la vulnerabilidad ante cualquier accidente doméstico”.
Para quienes buscan la comodidad y el ambiente que aportan las velas, como decimos, existen alternativas seguras que evitan riesgos. Las velas eléctricas o LED permiten replicar la luz cálida y el efecto decorativo sin exponer el hogar a un incendio. Además, algunos modelos cuentan con temporizadores que apagan la luz automáticamente, evitando que se queden encendidas durante toda la noche.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), sustituir velas tradicionales por estas opciones puede reducir hasta un 90% la probabilidad de accidentes domésticos relacionados con fuego abierto, convirtiéndose en la opción preferida para quienes quieren seguridad sin renunciar a la atmósfera que proporcionan las velas.