La historia de cómo surgió la Lotería de Navidad y el origen del premio Gordo

El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad está lleno de curiosidades e historias. Como la del pueblo de Sodeto, que salió en The New York Times, la de Ramón Acín y Luis Buñuel, o la del chocolatero Ángel Oliván. Pero, ¿sabemos la suya propia? El origen de este sorteo, que lleva más de 200 años sembrando ilusión, se remonta hasta 1812. Al menos, en sentido moderno, porque ya Carlos III hizo su propia versión de la Loto italiana.

Fue el 18 de diciembre de 1812 cuando se puso a la venta la primera Lotería de Navidad, coincidiendo en un momento de gran convulsión: España se encontraba luchando contras fuerzas francesas en la Guerra de la Independencia. Es importante entender este contexto porque precisamente de aquí nació la idea: las Cortes de Cádiz crearon este juego, siendo la edición más parecida a la actual, para recaudar dinero para la contienda.

Fue al político sevillano Ciriaco González Carvajal a quien se le ocurrió, que era ministro del Consejo y Cámara de Indias, y pensó que la mejor fecha para celebrarlo era en las fiestas navideñas. El precio del billete para poder participar era de 40 reales, siendo el primer premio ‘Gordo’ para el número 03604. El ganador se llevó 8.000 pesos fuertes, una cifra considerable en la época aunque modesta en comparación con la actual, que supera los 400.000 euros. Desde entonces, lleva celebrándose ininterrumpidamente hasta la fecha, incluso en la Guerra Civil, pero con algunas peculiaridades.

Historia del Sorteo de la Lotería de Navidad

Al principio, por las circunstancias de la guerra, este sorteo solo se celebró en Cádiz y San Fernando, pero se fue expandiendo poco a poco conforme se retiraba el ejército francés. En 1815, ya el evento se trasladó a Madrid, aunque todavía con el nombre de Lotería moderna. No es hasta 1892 cuando comienza a llamarse “Sorteo de Navidad”, celebrándose el primero con este nombre el 23 de diciembre.

Unos años después, en 1987, comienzan a emitirse los décimos con el título de “Sorteo de Navidad” y, como peculiaridad, aunque no se canceló con la Guerra Civil, en 1938 sí que se celebraron dos sorteos, uno por cada banco. Al finalizar la guerra, se suprimieron todas las tradiciones culturales que no eran intrínsecamente españolas, pero Francisco Franco sí que mantuvo la lotería. 

Esta se seguía por la radio o bien se leían los resultados en la prensa, pero en 1992 ya comenzó a ser televisado, manteniéndose esta tradición cada 22 de diciembre. Siempre se venía realizando en esta fecha, menos cuando caía en domingo, que se adelantaba un día, pero desde su retransmisión en TV siempre se ha respetado, independientemente de en qué día de la semana caiga. Esta es su historia resumida, pero aún queda un gran secreto por desvelar: ¿cómo surge el Gordo? Y, sobre todo, ¿por qué le llamamos así?

¿Por qué se llama el Gordo de la Lotería de Navidad?

Se llama el Gordo de la Lotería de Navidad por un personaje gordinflón que protagonizó la publicidad del sorteo a finales del siglo XVIII. Se le conocía como “el Enano Afortunado” o “el Fanático de la lotería”, apareciendo en libros y estampas de la épica. Su apariencia era muy característica: además de que era regordete, tenía todo el cuerpo lleno de números de lotería, vistiendo un traje con las clásicas bolas que se colocan en los bombos del sorteo.

La vestimenta se completaba con un gorro pirata y, normalmente, con un bastón y una estampa. Además, solía venir acompañado de una inscripción o frase que invocaba a la fortuna, conociéndose la siguiente: “De alegría y de dinero, este Enano afortunado, si le estudias con esmero, te enseñará alborozado, de la fortuna el sendero”. Este es origen de la famosa expresión tener “la suerte del Enano”. 

Con este personaje y sus frases, se instaba a la gente a participar en la lotería, cosechando tanto éxito que en 1981 llegó incluso a crearse un periódico semanal sobre el mismo, llamado ‘El Enano’, que tenía un tono burlón e incluyó en su primera edición un soneto dedicado a los participantes del Sorteo de Navidad. Siendo su popularidad tan alta, se acabó utilizando el apodo del Gordo, en referencia a su apariencia, para llamar al primer premio. Y de ahí hasta ahora.