Yolanda Díaz quiere cerrar este martes la subida de 80 euros del SMI

Con solo una reunión en la mesa de negociación y el inminente final de legislatura, el último incremento que pretende equiparar el SMI al 60% del salario medio representa otro tiro y afloja entre Díaz y Nadia Calviño, las dos vicepresidentas.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo
Javier Martín

La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) apunta a este martes, 31 de enero, como fecha clave para su definitivo paso adelante, cuando Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, ha convocado una cumbre para tratar de convencer a la patronal, CEOE, junto a CCOO y UGT, de subir el SMI con carácter urgente.

A pesar de la urgencia del contexto económico, con los efectos de la pandemia aún latentes, a los que se han unido la inflación y la guerra en Ucrania, disparando los precios a cifras históricas de productos y servicios básicos, llegar a incrementar ese SMI al 60% del salario medio está resultando una misión compleja.

El coste de vida sube, pero los salarios no lo hacen en la misma o similar proporción, menoscabando la calidad de vida, cada día más cara. Sin embargo, aunque desde el Gobierno de España se ha señalado a este objetivo como prioritario en la recta final de la legislatura del actual Ejecutivo de coalición, PSOE – Unidas Podemos, tan solo se ha celebrado una reunión como primera etapa de esa mesa colectiva de negociación entre la plana mayor gubernamental y los actores sociales, patronal y sindicatos. 

Yolanda Díaz vs. Nadia Calviño: ‘lucha’ de poder

Con todo, la silueta de esta próxima subida del SMI parece el dibujo de las anteriores, en las que, por unos motivos u otros, se tuvieron que esquivar numerosos obstáculos para alcanzar el consenso común. De telón de fondo, esa ‘rivalidad’ que parecen encarnar los dos rostros de ambos partidos en La Moncloa, Yolanda Díaz y Nadia Calviño.

La ministra de Economía y Transformación Digital y vicepresidenta primera del Gobierno abogaba en anteriores subidas por no hacerlo. O no tan intensamente como se acometieron en pasadas subidas del SMI. Se escudaba para ello en las predicciones de los economistas al respecto, que auguraban un golpe con consecuencias en el mercado de trabajo, lastrando la creación de empleo. 

Díaz y su cartera ministerial, junto a los agentes sociales, lo hacen ahora en la realidad numérica que ofrecen los datos del mercado laboral, alegando que los incrementos acometidos no han destruido empleo. Esta vez, acometer la subida no es el foco del conflicto, en la que parecen que ambas partes principales están de acuerdo, si no cuánto. 

Podría no ser la última subida del SMI

Actualmente situado en 1.000 euros brutos, la comisión de expertos del Ministerio de Trabajo aconsejó subir el SMI entre 1.046 y 1.082 euros, con lo que se llegaría a ese 60% del SMI. A lo más alto quiere llegar Trabajo, lo que acabaría constituyendo un incremento de cerca de 80 euros. Los sindicatos, CCOO y UGT abogan, sin embargo, por fijarlo entre esos 1.082 y los 1.100, tomando como referencia la inflación y el coste de vida.

Pero la patronal, como en la última negociación, en la que se bajó del acuerdo, está lejos de esa postura. Para el ministerio de Economía para condición indispensable que forme parte del consenso. Pero no para el Gobierno, que no quiere chantajes. "Espero que la negociación no nos dé, como otras veces, quebraderos de cabeza. España no puede discutir si cinco o diez euros abajo cuando las empresas están teniendo estos beneficios", indican desde CCOO.

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Lo más probable, por el momento, parece un término medio entre ambas partes. La subida, además, tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año. Aunque como ya adelantó Díaz, según el contexto económico a corto-medio plazo, podría no ser la última de la legislatura

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