A principios de este año Mercadona sorprendía con la subida de sus salarios en un 5% para evitar la pérdida de poder adquisitivo de sus trabajadores, debido sobre todo a la alta tasa de inflación que a día de hoy sigue sacudiendo los bolsillos de los españoles.
Desde el 1 de enero de 2022, los más de 96.000 empleados de la empresa valenciana parten con sueldos iniciales de 1.425 euros brutos al mes para las jornadas a tiempo completo, que se van actualizando de manera automática hasta los cuatro años de antigüedad en la cadena de supermercados. Momento cumbre en el que se alcanzan los 1.929 euros brutos mensuales.
A esta tendencia en materia de empleo se acaba de sumar Lidl. La multinacional alemana anunció hace poco más de dos semanas que renueva su convenio colectivo en España y contempla una subida salarial de un 16,5% hasta finales de 2025. Solo en 2022, los salarios subirán un 7%. Además, otro de los puntos a subrayar es que la compañía incorpora, por primera vez, una cláusula de revisión salarial en función del IPC.
El objetivo es garantizar en todo momento el poder adquisitivo de su plantilla. Ahora bien, tras la vuelta de las vacaciones de verano comienzan las negociaciones para dar forma al que será el próximo Convenio colectivo del sector de grandes almacenes.
Un pacto laboral en el que entran a formar parte empresas de la talla de Carrefour, El Corte Inglés, Leroy Merlin, Ikea, MediaMarkt o Fnac. Por otro lado, al grupo de supermercados DIA o Aldi se les plantea un diálogo local, en ambos casos, de carácter provincial.
Mercadona y Lidl marcan el ritmo de las subidas salariales
Los dos gigantes en el mercado de la distribución alimentaria, Mercadona y Lidl, abren paso a las futuras negociaciones que se pactarán para el resto de cadenas, que les siguen la pista de reojo. Y no parece extraño, ya que tanto por su número de contratos, como por su cuota de mercado, son dos de los tres mayores operadores del sector de supermercados.
De hecho, la empresa valenciana es la líder del mercado de la distribución, con una cuota de un 26% según los datos consultados por la consultora Kantar Worldpanel. Por detrás solo le sigue Carrefour, la segunda por tamaño, con un 9,7%. La tercera es Lidl, con un 5,8%.
Leroy Merlin, Ikea, El Corte Inglés
A todo ello se suman las reivindicaciones de miles empleados de corporaciones con un gran peso en el mercado de trabajo, como lo es Leroy Merlin, Ikea o El Corte Inglés que, al igual que estas las dos multinacionales de referencia, buscan a través de sus sindicatos de trabajadores que se les suban los salarios a partir de 2023.
Algo que, por otra parte, parecería lógico. El dato de inflación con el que cerró junio supera ya los 10,2% y los pronósticos para los próximos meses no son halagüeños, lo que se traduce en una clara pérdida de poder adquisitivo.
Todo ello bajo el paraguas de las negociaciones que se pactan entre el Ministerio de Trabajo y Economía Social, sindicatos y patronal, para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por tercera vez en una misma legislatura. De los actuales 1.000 euros brutos al mes se busca pasar a los 1.035 euros en 2023.
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