En España, cada vez son más los jóvenes que se enfrentan a la misma realidad: independizarse resulta una tarea casi imposible sin un empleo estable y bien remunerado. El testimonio de David García Bernabéu, estudiante de 21 años, es un ejemplo de ello. Actualmente cursa estudios de sonido y vive de alquiler en Málaga junto a dos compañeros, con un coste mensual de 300 euros gracias a la ayuda de su padre, como Aun así, reconoce que su generación lo tiene mucho más difícil que la de sus padres.
“Es imposible independizarte a no ser que tengas un trabajo estable. Antes era lo normal, ahora se nos hace muy complicado”, señala en una entrevista para NoticiasTrabajo.
Te puede interesar
Juan Manuel Lorente, abogado: “te lo estoy avisando, no vayas a la comida de empresa. Todo lo que hagáis puede terminar en una carta de despido, aunque llevéis 20 años siendo los mejores en vuestra empresa”
Garamendi critica que las bajas laborales se concentren en lunes y viernes y reclama más “cultura del esfuerzo”
“Cada vez tengo más ganas de irme fuera”
David no descarta marcharse al extranjero en busca de mejores oportunidades. Aunque aún está estudiando, observa la situación de sus amigos que ya trabajan y percibe la precariedad:
“Cada vez tengo más ganas de irme fuera. Aquí explotan bastante, lo sé porque tengo amigos que ya están en el mercado laboral”.
En el sector de los técnicos de sonido, admite que el futuro pasa en gran medida por los contactos y por salir fuera: “En España, y especialmente en Almería, no hay apenas oportunidades. Me tocará moverme porque aquí no hay ni estudios suficientes ni industria”.
No se atreve a convertirse en autónomo
A pesar de las dificultades, David ya piensa en cómo empezar a trabajar en su sector y costear sus propios gastos. Su sueño es crear su propia empresa, lo que le obligaría a hacerse autónomo. Sin embargo, reconoce que la situación no es la más favorable: “Antes te diría que ser autónomo estaba bien, ahora bastante mal. Lo sé porque mis padres son autónomos y a veces no sale rentable. Entre lo que tienes que trabajar y que no tienes un ingreso fijo, muchas veces te compensa más un salario estable”.
La visión crítica del joven refleja un sentir compartido por muchos en España, donde las cuotas, la falta de estabilidad y la presión fiscal complican la vida de quienes apuestan por emprender.
“Los estudios son lo primero”
Pese a todo, David resalta el esfuerzo de sus padres para que pueda seguir formándose:
“Siempre han tenido claro que los estudios son lo primero. Para lujos no, pero en eso nunca me han fallado”.
Un apoyo esencial para un joven que, como tantos otros en España, navega entre la dificultad de independizarse, el temor a la precariedad y la esperanza de construir un futuro mejor.