Vodafone llevará cabo un despido masivo de 11.000 empleados pese a registrar beneficios millonarios

Vodafone es una de las últimas empresas que extinguirá los contratos de miles de personas. La operadora de telefonía móvil llevará a cabo un despido masivo y progresivo durante los próximos tres años en toda Europa que afectará a cerca de 11.000 personas, con una revisión estratégica en España. Todo ello pese a haber registrado beneficios millonarios durante el último año, rebasando los once millones de euros.

"Seremos una organización más ágil y sencilla, para aumentar nuestra agilidad comercial y liberar recursos", declaró la compañía con sede en Newbury (Estados Unidos), que adelantó que optará por una estrategia focalizada a concentrar sus recursos en una paleta productos y localización que aseguren el máximo rendimiento y rentabilidad para la compañía.

"Simplificaremos nuestra organización, eliminando la complejidad para recuperar nuestra competitividad", adelantó como uno de los principales motivos la consejera delegada de Vodafone, Margherita Della Valle, que no tuvo problema en afirmar que el “desempeño” de Vodafone “no ha sido lo suficientemente bueno” para tener que evitar tomar decisiones como las actuales.

Más de 11.000 millones de euros de beneficio

11.838 millones, concretamente, evidenció haber registrado Vodafone como beneficio neto en la rendición de cuentas oficial del ejercicio fiscal de 2022, tal y como confirmó el propio Della Valle. Prácticamente 9,5 millones más que en 2021, cuando se apuntó 2.237 millones de euros.

Estos disparados beneficios los justifica la compañía en el impacto positivo que supuso la venta de Vantage Towers, la filial de telecomunicaciones de Vodafone y que fue traspasada a KKR y Global Infrastructure Partners (GIP), considerados grupos de inversores a largo plazo, con el objetivo de aumentar el poder de los inversores en la entidad.

Así, su margen de beneficios brutos de explotación, antes de restarle los intereses de la deuda contraída, los impuestos propios del negocio, las depreciaciones por deterioro de éste o la amortización de las inversiones realizadas, fue de un 3,6% por debajo del apuntado el pasado año. Es decir, 14.665 millones de euros.

Por su parte, los ingresos crecieron un 0,3% en el último trimestre del año fiscal, a pesar de haber caído un 3,2% (11.138 millones de euros) en el último ejercicio, alcanzando los 45.706 millones de euros.  La facturación por servicios ascendió a 37.969 millones, un 0,6% menos, con una bajada del 3,2% en el cuarto trimestre de su año fiscal, hasta 9.242 millones. En España, por el contrario, cayeron un 5,4%, hasta los 3.514 millones de euros. “Vodafone debe cambiar”, anunció como colofón Della Valle, señalando como prioridad a los clientes, la sencillez y el crecimiento.