El Gobierno y los bancos estrechan lazos para echar una mano a las familias afectadas económicamente por los severos efectos de la inflación en sus hipotecas. Para tratar de doblegar el alza de precios, el Banco Central Europeo (BCE) acometió recientemente su tercera subida de tipos de interés, arrinconando todavía más a las hipotecas variables, que dependen del euríbor, situado en cifras históricas. Según la plataforma financiera Asufin, su cuota mensual se encarecerá cerca de 1.300 euros anuales.
Por lo que las ayudas y medidas públicas estatales y las privadas de la banca se han visto obligadas a unir fuerzas para desahogar financieramente a la población más afectada en el pago de las cuotas de la hipoteca. En el catálogo de ayudas que se negocia existirán tres tipos, según el perfil económico del destinatario: colectivos vulnerables, ciudadanos de rentas medias o bajas y la facilitación para cambiar la hipoteca de tipo variable a fijo con tal de desprenderse de la volatilidad de los cambios en el euríbor.
Ayuda entre Gobierno y bancos para el cambio de tipo de hipoteca
Lo que se conoce, de momento, es un triple objetivo: echar una mano económicamente, fomentar la competencia entre entidades bancarias o financieras en su escaparate de hipotecas y, de paso, consolidar el mercado de las hipotecas fijas. Ahora, como la tendencia es el cambio a la fija, los bancos están dificultando sus condiciones para no arrinconar a las de tipo variable. Según el Banco de España, estas solo representan ahora un cuarto de las firmadas.
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Cómo se llevará a cabo esa ayuda económica o financiera es un misterio, todavía, aunque existen precedentes. En la última crisis financiera entre 2008 y 2009 se apostó por reducir los costes de cambiar de tipo una hipoteca utilizando el cambio de entidades, lo que se conoce como subrogación. Un proceso que implica más gastos que el de hacerlo sin cambiar de banco, la novación.
Así, se abarató a más de la mitad la comisión de cancelación anticipada si el repago se producía en los primeros años, transformándola después en gratuita. Además, se limitaron los gastos asociados al contrato, como los de notario, registrador, etc… Poco después, por cambio en la ley, tuvieron que ser abonados por la entidad.
Ayuda Gobierno y bancos para colectivos vulnerables
Para ello se utilizará el Código de Buenas Prácticas que se aprobó en la anterior crisis financiera, actualizándolo y adaptándolo a la situación actual. Será de adscripción voluntaria para las entidades, pero las que lo hagan, están obligadas a reestructurar la deuda del cliente, pudiéndose acometer mediante carencias, reducción de los tipos de interés o extensión del plazo de pago. En los casos más extremos podrán hacer uso de quitas o la dación.
Sin embargo, no todos podrán acogerse a esto. Habrá que acreditar como requisito que los ingresos del hogar no superen las tres veces el IPREM (24.318,84 euros hoy y 25.200 con su actualización a partir de enero). Sin embargo, se espera que esto se actualice, para llegar a más familias. También habrá que acreditar un agravamiento de la situación financiera específica, empeorando un 30% y que devore un 40% de las rentas del hogar.
Ayuda Gobierno y bancos para rentas medias y bajas
Para este colectivo, se trata de buscar una solución a caballo entre extensiones del plazo en los préstamos para aliviar el pago mensual o carencias. También se usará como conductor al Código de Buenas Prácticas, con tal de establecer una ayuda homogénea para los distintos tipos de perfil entre este colectivo.
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