Los españoles no se libran de la inflación y de la pérdida de poder adquisitivo durante las vacaciones. En plena temporada estival, el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de confirmar una nueva subida de la tasa de inflación correspondiente al mes de julio de 2023. El dato definitivo del Índice de Precios de consumo (IPC) cierra en el 2,3%, unas cuatro décimas más del 1,9% de julio, aunque mantiene la cifra del dato adelantado.
¿Esto qué significa? Que los bolsillos de los españoles vuelven a sufrir un nuevo revés tras los últimos meses de bajada. Entre los motivos que justifican esta situación está la nueva subida del precio de los carburantes, menor porcentaje de descuentos en la temporada de rebajas y el precio de alimentos. Realmente, este último dato no ha dejado de subir, lo ha hecho un 10,8% en comparación con el mismo mes de 2022.
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Por su parte, la inflación subyacente (la que no tienen en cuenta ni los alimentos frescos ni los productos energéticos) sufre un nuevo revés y vuelve a superar el 6%. Específicamente, en julio ha sufrido una subida hasta el 6,2%, una variación de tres décimas en comparación con los datos de junio.
¿Cuáles son los sectores que más han afectado a la subida del IPC?
La evolución mensual de los precios de consumo general es del 0,2%, como confirma el INE. Entre los grupos o sectores que mayor repercusión mensual positiva han repercutido en el IPC son:
- El ocio y la cultura: tasa del 3% debida a la subida del precio de los paquetes turísticos.
- La alimentación y bebidas no alcohólica ha experimentado una variación del 0,8% por la subida de la fruta y, en menor medida, el aceite y el pescado y marisco. Cabe señalar, pero en sentido contrario, la baja del los precios de las legumbres y hortalizas.