Las pensiones en España reciben un empuje. La llegada de liquidez de los fondos europeos “Next Generation” suponen un respiro y margen de movimiento para el Gobierno, ante el acoso de la alta tasa de inflación y los daños colaterales de la guerra en Ucrania. En este contexto, la Comisión Europea dio ayer el visto bueno para liberar el segundo tramo de 12.000 millones de euros para la recuperación pospandemia tras constatar que ha cumplido con los objetivos.
Entre ellos, la reforma laboral y parte de la de pensiones. Pero Bruselas dejó un recado. La reforma de las pensiones podría generar un “importante aumento del gasto público” y solicitó a España atajar el “riesgo de un significativo agujero fiscal” a la hora de legislar las medidas que faltan para completarla con el fin de garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
“Creemos que el Gobierno ha hecho progresos suficientes en la implementación de su plan de recuperación nacional para recibir un segundo pago del Next Generation EU”, declaró en un comunicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Este nuevo desembolso, que aún debe ser ratificado por los Estados miembros de la Unión Europa en un plazo de cuatro semanas para hacerse efectivo, es el más voluminoso de los previstos para toda la vida del plan de recuperación español y se sumaría al anticipo de 9.000 millones de euros y el primer pago ordinario de 10.000 millones que España recibió en 2021.
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De esta manera, España habría recibido ya 31.000 millones, casi la mitad del total de 69.500 millones de euros. Para recibir el preaprobado de la Unión Europea a este segundo desembolso, el Ejecutivo de España ha tenido que probar que ha cumplido los 40 hitos y objetivos pactados para este tramo.
Las reformas más importantes vinculadas a este pago eran la del mercado laboral, con la simplificación de los tipos de contratos, la creación del mecanismo RED o la modernización de la negociación colectiva, y la de las pensiones, dónde se ha aprobado la vinculación de las mismas al IPC para mantener su poder adquisitivo, así como el acercamiento de la edad de jubilación efectiva a la legal.
Recelo con las pensiones
Bruselas ha dado luz verde tanto a la reforma laboral como a estas dos medidas específicas del sistema de pensiones, pero evidencia cierta preocupación por la evolución de su sostenibilidad a medio y largo plazo. Preocupa el gasto adicional que supone la revalorización al IPC (un 2,7% del PIB más para 2050). Sin embargo, son optimistas las previsiones sobre los ingresos derivados del alargamiento de la vida laboral (hasta un 1,6%, según España).
Agujero fiscal
La Comisión Europea también hizo hincapié que España “debe atajar el riesgo de que surja un agujero tributario como consecuencia de las medidas adoptadas” para cumplir con el compromiso de garantizar la sostenibilidad de las pensiones a corto, medio y largo plazo y cuestionó el mecanismo de equidad intergeneracional que sustituye al factor de sostenibilidad que en su día adoptó el Gobierno del PP de Mariano Rajoy.
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