El emprendimiento femenino sigue marcado por la brecha de género: “Queda camino para concienciar”

Es el testimonio de Tamara Sánchez, autónoma y empresaria que aboga por la igualdad de oportunidades en el entorno empresarial, enmarcado en el Día de la Mujer Emprendedora.

Tamara Sánchez, directora del Centro de Día y Terapias Neuromar NoticiasTrabajo
Icíar Carballo

Las mujeres emprendedoras en España ya representan el 36,4% del total de autónomos. Tamara Sánchez es una de ellas y, con motivo del Día de la Mujer Emprendedora, que se conmemora cada 19 de noviembre, ha contado su historia a NoticiasTrabajo. Con 32 años emprendió su propio proyecto basado en el cuidado y atención de las personas mayores, convirtiéndose en la directora del Centro de Día y Terapias Neuromar, en la provincia de Almería, y mujer ‘MIA’.

Estudió psicología especializada en neuropsicología, hizo prácticas de formación en demencia, donde descubrió su verdadera vocación por las personas mayores. Posteriormente, trabajó en una asociación de alzheimer durante siete años y dedicó parte de su tiempo a formarse en otros modelos de atención más centrados en la persona, en los gustos y preferencias, teniendo en cuenta la historia de todos y cada uno de ellos. Es decir, en el plano emocional

Esto le llevó a plantearse la necesidad de un espacio donde este tipo de atención a personas mayores tuviera cabida, lejos de lo que ofrecen los centros convencionales de hoy en día. Por ello, decidió abrir su propio centro de día “con este tipo de atención más especializada y personalizada”, cuenta Tamara, que, a diferencia de otros psicólogos, descubrió lo gratificante que es trabajar con personas mayores. “Es muy bonito ver cómo durante su etapa final de la vida pueden seguir decidiendo por ellos mismos”, añade.

La brecha de género en el emprendimiento

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. A pesar de que cada vez son más las mujeres que deciden emprender, todavía “queda camino para concienciar y sensibilizar”, apunta Tamara. En su caso, confiesa que “ser mujer” fue una de las dificultades con las que se encontró a la hora de emprender, ya que además, era joven y estaba embarazada de su segunda hija. “Recuerdo, durante los primeros días del centro, abrir la puerta de mi negocio y los comerciales decirme que querían hablar con el ‘señor Director’, y yo preguntarme el porqué se tiene que dar por hecho que los puestos directivos sean de hombres”, lamenta.

Y aunque ha tenido algún que otro desafortunado episodio, solo por el hecho de ser mujer, Tamara asegura que, paralelamente, desde las distintas administraciones le asesoraron “muy bien”, le abrieron las puertas y le ayudaron con todos los trámites necesarios para abrir su negocio.

“Tenemos que demostrar que somos igual de válidas que otras personas”, señala, siendo consciente de la evolución de la sociedad con respecto al papel de la mujer en el plano profesional, incluso en los perfiles directivos. Así, Tamara apoya a todas aquellas mujeres que, como ella, un día decidieron emprender y anima a hacerlo a todas aquellas que sueñan con liderar un proyecto.

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