A cualquier ciudadano de Estados Unidos le gustaría jubilarse a los 65 años, que es la edad que siempre se había asociado con el inicio del cobro del Seguro Social, pero la realidad en el país norteamericano ha cambiado bastante. La edad de jubilación completa (FRA), que marca el momento en el que una persona puede percibir el 100% de sus beneficios del Seguro Social, ha ido aumentando de forma progresiva desde las enmiendas de 1983. Según el portal oficial del gobierno, desde 2025 los nacidos en 1959 alcanzarán su edad plena de jubilación a los 66 años y 10 meses.
Pero esto no se queda así, ya que para los nacidos en 1960 o después, la edad se fijará en 67 años. Este cambio implica que los trabajadores nacidos en 1958, que podían jubilarse plenamente a los 66 años y 8 meses, deberán esperar dos meses más. Aunque parecen ajustes menores, tienen un impacto considerable en la planificación financiera y en el monto final de los beneficios.
Qué supone jubilarse antes de tiempo
Elegir la opción jubilarse de forma anticipada en Estados Unidos, algo que se puede hacer a partir de los 62 años, conlleva una reducción permanente del pago mensual del Seguro Social norteamericano (lo que se considera la pensión en Estados Unidos). Los nacidos en 1959 verán una disminución de aproximadamente 29%, y quienes nacieron en 1960 o después, de hasta 30%. En otras palabras, retirarse antes de alcanzar la edad plena implica una pérdida económica notable que se mantendrá durante toda la jubilación.
Cómo afrontar el periodo entre la jubilación anticipada y los beneficios completos
Para quienes desean dejar de trabajar antes de cumplir con la edad oficial del Seguro Social, existen diversas estrategias que ayudan a cubrir la llamada “brecha de ingresos”:
- Jubilación progresiva: Negociar una semana laboral reducida —de tres o cuatro días, o incluso 15 horas semanales— permite seguir generando ingresos para cubrir gastos básicos como el seguro médico o la alimentación, evitando así depender de los ahorros jubilatorios antes de tiempo.
- Fondo de emergencia: Es recomendable disponer de 18 a 24 meses de gastos en una cuenta de alto rendimiento o fondo de mercado monetario. Este colchón financiero ayuda a mantener la estabilidad económica sin tener que vender inversiones durante momentos de volatilidad económica.
- Aprovechar el espacio disponible: Alquilar una habitación vacía puede aportar entre 700 y 1.000 dólares mensuales, mientras que alquilar una plaza de estacionamiento en zonas urbanas puede generar de 150 a 300 dólares adicionales al mes.
- Trabajos puente con beneficios: Cadenas minoristas como Costco, Home Depot y Trader Joe’s ofrecen empleos a tiempo parcial con seguro médico para quienes trabajan entre 20 y 28 horas semanales. Estos puestos pueden ser una opción ideal para quienes necesitan ingresos y cobertura sanitaria hasta alcanzar la edad plena de jubilación.
Estrategias financieras y fiscales para una jubilación anticipada
Más allá de ajustar gastos o buscar fuentes de ingreso, existen también estrategias tributarias que pueden ayudar a optimizar los recursos durante la jubilación anticipada:
- Retirar primero de cuentas imponibles: Utilizar el dinero de cuentas de corretaje o inversiones no sujetas a penalizaciones permite que las cuentas de retiro (como 401(k) o IRA) sigan creciendo con ventajas fiscales.
- Usar una IRA Roth: Las contribuciones (no las ganancias) pueden retirarse en cualquier momento sin impuestos ni penalizaciones, lo que ofrece una fuente de ingresos libre de impuestos.
- Mantener bajo el ingreso bruto ajustado (MAGI): Reducir los ingresos durante los primeros años de retiro puede ayudar a calificar para subsidios médicos bajo la Ley de Atención Médica Asequible, reduciendo las primas hasta ser elegible para Medicare a los 65 años.
- Ingresos complementarios: Actividades como dar clases en línea (30 a 50 dólares por hora), cuidar mascotas o vender artesanías pueden generar ingresos adicionales sin comprometerse a un trabajo de tiempo completo.
El debate por aumentar la edad de jubilación a los 69 años
El futuro del Seguro Social enfrenta importantes desafíos financieros. Las proyecciones apuntan a que los fondos fiduciarios podrían agotarse en 2034, lo que reduciría los pagos a los jubilados a solo 81% de los beneficios prometidos.
Para evitarlo, los legisladores estudian varias alternativas, entre ellas aumentar los impuestos sobre la nómina o elevar nuevamente la edad plena de jubilación (FRA) hasta los 69 años entre 2026 y 2033. Esta medida afectaría especialmente a quienes hoy tienen entre 30 y 55 años.
Sus defensores argumentan que es necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema, mientras que sus críticos advierten que perjudicaría a los trabajadores con empleos físicamente exigentes o con menor esperanza de vida.

