Cuando se vive de alquiler, los impagos pueden suponer terminar desahuciados y, en ocasiones, el resultado del mismo puede ser más caro que haber pagado el alquiler. Es justo lo que les ha ocurrido a una pareja de ancianos de 70 y 74 años en Laval (Francia), que tras ser desalojada por una deuda de apenas 1.359 euros ahora se enfrenta a una factura de más de 9.000 euros por los gastos del desahucio.
Según recogen medios locales como Figaro Inmobiiler o el diario Ouest France, la pareja llevaba siete años viviendo sin incidentes en su apartamento cuando, a principios de 2024, pasaron por apuros económicos y recibieron una orden de pago por la supuesta falta de un seguro de vivienda. Aunque aseguran que su póliza estaba vigente, el proceso siguió adelante y en agosto de 2024, un juez autorizó su desahucio por falta de cobertura aseguradora.
La pareja reconoce que debía 1.359 euros, una cantidad que pagaron antes del lanzamiento. Sin embargo, cuando los agentes judiciales acudieron a ejecutar el desalojo el 31 de julio, los ancianos se negaron a abrir la puerta, lo que obligó a forzar la cerradura. Esa intervención, junto a otros gastos derivados del procedimiento, es lo que ha elevado la factura final hasta los 9.150 euros.
Una factura con cifras difíciles de asumir
El desglose de la cuenta que recibieron por el desahucio fue de 3.400 euros en honorarios legales, 1.164 euros por el cerrajero, 195 euros en tasas judiciales, 3.600 euros por el traslado de sus muebles y más de 200 euros al mes por el alquiler del almacén donde guardan sus pertenencias.
“No creo que podamos superarlo, es como si estuviéramos atrapados”, lamentó la anciana en el diario Ouest France. Y es que con su marido, enfermo de cáncer, apenas puede afrontar la tensión económica y emocional que ha provocado el proceso.
Actualmente, el matrimonio vive en un piso de alquiler social gestionado, mientras tratan de comprender cómo una deuda inicial tan pequeña ha acabado generando una factura que supera los 9.000 euros.