Año tras año, existen los mismos cinco errores que se repiten en los aeropuertos españoles. Y siempre hay alguien que, por ignorancia o costumbre, acaba protagonizando una de esas escenas que ponen a prueba la paciencia del personal y del resto de viajeros.
Un trabajador de la agencia de viajes ‘Turama’ con más de treinta años de experiencia, ha decidido romper el silencio en redes sociales de forma sarcástica y ha puesto nombre a los cinco tipos de pasajeros que nadie querría encontrarse a bordo ni en la sala de embarque.
Los 5 tipos de pasajeros que debes evitar ser
Todos hemos sido testigos o, incluso, protagonistas de alguno de estos comportamientos en plena temporada de viajes. Desde el primero hasta el último, cada uno de estos perfiles consigue que volar sea un poco más incómodo para todos. El experto lo resume sin rodeos: “No me gustaría que mis clientes se convirtiesen en ninguno de estos cinco tipos de pasajeros”.
1. El plastificador de maletas
El experto es contundente con quien convierte la maleta en una momia de celofán:
“Lamento comunicar esto a todos los embalsamadores de maletas, pero la seguridad de vuestro equipaje todavía queda en entredicho debido a dos recientes descubrimientos: el cuchillo y las tijeras”.
La escena, habitual en cualquier aeropuerto español, da una falsa sensación de protección: ni los ladrones se frenan por un poco de plástico, ni el equipaje gana en seguridad, según el trabajador.
2. El que se levanta en cuanto aterriza el avión
¿Eres de los que sale disparado en cuanto el avión toca pista? El agente no se corta: “Si nunca en vuestra vida habéis sido los primeros en nada, no intentéis compensarlo ahora con esto”. El sarcasmo da paso a la explicación:
“Este tipo de comportamiento solo puede responder a dos posibilidades totalmente diferentes. Por un lado, que tengas problemas en la próstata o en la vejiga. Y por otro, que no seas capaz de entender, interpretar y asimilar instrucciones tan sencillas como siéntate o levántate. Lamento decirte que solo el primero de los casos es susceptible de ser tratado médicamente”.
El resultado de este comportamiento da lugar a bloqueos, atascos y miradas serias del personal de cabina, que solo pueden pedir paciencia mientras los más ansiosos se empujan los unos a los otros.
3. El que se agolpa en la puerta de embarque
No importa la aerolínea, ni el destino, ni la hora, que siempre hay un grupo de pasajeros que se apelotona en la puerta de embarque mucho antes de que les toque entrar. El agente lanza una comparación:
“Dime que nunca has visto Barrio Sésamo sin decirme que nunca has visto Barrio Sésamo. El grupo cuatro embarca después del grupo tres, el grupo tres embarca después del grupo dos y el grupo dos embarca después del grupo uno. Por ese motivo, a este sistema se le conoce como ‘embarque por grupos’ y no ‘embarca de una vez porque me das pena’”.
Este comportamiento genera presión, nervios y una acumulación de gente empujando, colándose y preguntando por turnos que están perfectamente claros.
4. El fan de la almohada cervical
El agente es directo con las personas que pasean por el aeropuerto con la almohada ya encajada, como si se fuesen a dormir en cualquier momento.
“No estás dando a entender que estás a punto de tomar un vuelo muy largo, simplemente que careces de dignidad. Todo el sudor, el ADN y las distintas células con las que estás impregnando la superficie de esa almohada están creando una vida interior en ella que por ley deberías estar obligado a bautizar”.
5. El que reordena la maleta delante de todos
Aquí se incluye el pasajero que, justo al llegar a facturación, descubre que su maleta pesa más de lo permitido y decide reorganizar todo el equipaje ante la atónita mirada de decenas de desconocidos.
“No hay nada peor que tener que tragarse el unboxing obligatorio de las maletas de otra persona y tener que ver su colección de pijamas de Looney Tunes que acaban de adquirir en el Primark antes de salir de vacaciones. Existe otro invento reciente que podría solucionarte este problema antes de salir de casa. Si no lo conoces, puedes buscarlo en Google. Su nombre es báscula”.
Esto da lugar a retrasos, incomodidad y un espectáculo innecesario que podría haberse evitado pesando la maleta en casa.
No hay cifras oficiales, ya que ni AENA ni ninguna compañía aérea publica datos sobre estos comportamientos, pero basta pasar una tarde en cualquier aeropuerto español para comprobar que estos cinco perfiles están lejos de ser una minoría.
En plena temporada alta, cuando los aeropuertos baten récords de pasajeros y el estrés se multiplica, las recomendaciones de quienes llevan décadas lidiando con turistas toman importancia y pueden ser la diferencia entre un viaje tranquilo y una auténtica tortura colectiva.
