Las etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT) han supuesto importantes restricciones para muchos conductores. Hay que recordar que todos los municipios con más de 50.000 habitantes están obligados a tener una Zona de Bajas emisiones, donde la circulación de los coches está limitada. Si tu vehículo es uno de los restringidos, hay un “truco” para conseguir la etiqueta ECO, con la que sí podrías circular.
Se trata de transformar el vehículo mediante la conversión a GLP. No es ninguna locura porque, como recoge la Asociación de Transformadores de Vehículos (Astrave), es una de las “alternativas de movilidad de transición más efectivas a día de hoy”. Pero este gas licuado del petróleo, de ahí sus siglas, no solo es una opción más sostenible frente a los combustibles convencionales, sino que a día de hoy también es más rentable al bolsillo.
Actualmente, pese a la inflación, suele tener un precio la mitad de barato que la gasolina o el diésel. Tampoco es un problema el tema del repostaje, ya que, según explica Repsol en su página web, hay más de 600 puntos de recarga en España. Ahora, ¿quién puede hacerlo? ¿Sale rentable su conversión?
Qué coches se pueden transformar a GLP
Tal como explican desde el medio ‘El Motor’, todos los coches de gasolina que estén matriculados a partir de 2006 y cumplan con a norma Euro 4 pueden conseguir la etiqueta ECO al transformar su vehículo a GLP. Asimismo, el motor no debe tener más de 460 CV de potencia. De cumplir estos requisitos, podrían acceder sin problemas a las citadas zonas de bajas emisiones.
En el coche de que sea el diésel, no se debería realizar la conversión, según apunta el medio especializado ‘Diario Motor’, debido a que la transformación es más cara, por lo que es difícil conseguir el ahorro que compense la operación. En caso de que, aun así, se quiera seguir adelante, solo pueden hacerlo los vehículos que cumplan con la norma Euro 6. En cualquiera de los casos, siempre hay que acudir a un taller homologado.
Cuándo es rentable convertir el coche a GLP y cómo hacerlo
La conversión solo será rentable para los conductores que realicen muchos kilómetros al año y dispongan de un motor de consumo alto. Desde RACE, explican que la instalación en un coche de gasolina suele rondar entre los 1.500 y 3.000 euros, aunque depende del tipo de vehículo. Grosso modo, esta inversión se amortizaría entre los 30.000 y 50.000 kilómetros.
En cuanto al proceso, se instala un depósito para el gas, un circuito, una centralita electrónica y un control, con el que se puede decidir qué tipo de carburante se utiliza. Después, hay que superar la homologación en un laboratorio certificado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que proporcionará un informe. Con el mismo, y el que proporcione el talle, hay que acudir en la ITV para que se recoja en la Tarjeta de Inspección Técnica. Por último, habría que modificar los datos técnicos en el registro de Tráfico.
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