En España, conseguir una vivienda de alquiler se ha convertido en una carrera de obstáculos para los jóvenes, que ven cómo los sueldos apenas suben y los alquileres no dejan de dispararse. Mientras los precios baten récords, emanciparse se retrasa año tras año, ya que el 60% de los españoles dedica el 60% de su salario al alquiler, según apuntan desde ‘LaSexta Xplica’.
Un porcentaje muy por encima del umbral de endeudamiento recomendado por los organismos internacionales, y que deja a los jóvenes en la cuerda floja. Así lo denuncia Pilar Blasco, vicepresidenta del del Consejo de la Juventud de España, que ha sido muy clara durante su intervención en ‘La Sexta Xplica’. “Lo que no puede ser es que tengamos que dedicar más del 100% de nuestro salario en poder pagar el alquiler. Eso no tiene sentido”, denuncia la joven.
Critica que los jóvenes no puedan acceder a comprar una casa
Además, tener trabajo ya no significa poder vivir con dignidad. “Las personas jóvenes no se pueden preocupar en el aumento de la cesta de la compra o en el impuesto de pagar una casa porque ni siquiera podemos ahorrar para comprar una casa”, reconoce Pilar, que rechaza rechaza resignarse a la precariedad. “Que por ser jóvenes tengamos que vivir peor y esperar a que pase el tiempo para conseguir una mejoría…”, añade lamentando la actual situación en España.
Mientras los expertos alertan del riesgo de exclusión habitacional, desde la administración no llegan soluciones efectivas. “Tendrían que dar bonificaciones con la cantidad de impuestos que pagamos solamente con la compra de alquileres”, reclama la joven, que denuncia la falta de políticas reales para frenar la especulación y el aumento constante de los precios.
“La solución no puede ser alquilar habitaciones”
La situación es tan extrema que “la solución para nuestros problemas no puede ser alquilar habitaciones”, señala. Muchos jóvenes encadenan empleos temporales y viven al día, sin posibilidad de ahorro ni de futuro. “Lo que tiene que haber son buenas condiciones laborales y, luego, que las personas jóvenes puedan acceder a un mercado de la vivienda razonable”, concluye, reclamando un derecho básico que hoy está fuera del alcance de toda una generación.