El nuevo hormigón que cambiará la construcción: más barato, resistente y duradero gracias a este material

El sector de la construcción es uno de los más contaminantes, y en medio de la crisis por el cambio climático, muchos señalan a la obra como una de las culpables de forma directa del aumento de los gases de efecto invernadero. El hormigón se emplea en grandes cantidades, concretamente unos 30.000 millones de toneladas, a pesar de saber que es poco sostenible. Con la conciencia climática planeando sobre todo el mundo, los expertos en el sector, junto a los profesionales de la ciencia, trabajan en conseguir nuevos materiales resistentes y ecológicos.

Aparte de la durabilidad, llevarían el plus de ser capaces de guardar energía. Se están teniendo en cuenta todos los componentes del tradicional hormigón. Uno de ellos, que ya empleaba la civilización romana, son las puzolanas, con base en la sílice. Estas aumentan el rendimiento del cemento tradicional y las más usadas son los restos de la fabricación de acero y las cenizas del carbón.

Pero cada vez hay menos y esto aumenta su precio. Ahora se trabaja en nuevos materiales, distintos y originales, como el GGP y el sorprendente vidrio molido. 

Canadá prueba el nuevo hormigón ecológico

Canadá se muestra como ejemplo del buen funcionamiento de este nuevo material. El estudio de arquitectura Provencher_Roy, conocido por el puente de Champlain entre otros trabajos, ha patentado ya su GGP. Se ha conseguido un hormigón ecológico y muy resistente. 

Se trata del resultado de muchos años investigando para conseguir que el vidrio molido sea considerado un material válido para las infraestructuras que forman parte del paisaje de las ciudades, como edificios o puentes. 

¿Qué es el polvo de vidrio?

Durante el pasado siglo, el sector de la construcción comenzó a emplear materiales diferentes a los que se habían usado hasta el momento. El objetivo era reducir los costes y conseguir un hormigón que fuera mucho más resistente. Para ello se empezó a trabajar con las llamadas cenizas volantes.

Pero poco a poco fueron cerrando las centrales eléctricas de carbón y esto originó una reacción en cadena que culminó con la subida de los precios. Lo mismo sucedió con la llamada escoria de las fundiciones de acero. Los altos hornos empezaron a cerrarse y eso conllevó los mismos problemas que con las cenizas.

La conciencia medioambiental del siglo XXI ha contribuido a que se busquen materiales alternativos a las cenizas y la escoria. Una de ellas, las puzolanas de vidrio molido. Todas las investigaciones realizadas han marcado el mismo destino: un vidrio sostenible para el que se ha tenido que eliminar aquellos materiales que no servían como el papel o el plástico, como ha hecho KLAW Industries, de EE.UU.

Hay más empresas que han trabajado en este nuevo material con base de vidrio, Pozzotive, por ejemplo, tiene también un GGP de elaboración propia. Los últimos resultados lo avalan. El hormigón que cuenta con un 40% de este material dura hasta cinco veces más que los normales.

Resistente a cualquier material

Los beneficios aparecen reflejados en que este nuevo sistema basado en el vidrio no sufre, por ejemplo, con los sulfatos ni tampoco con la sal. Además, tiene una fuerte resistencia, por lo que aumenta la resistencia a que pueda filtrarse humedad. 

Nuevas estructuras más fuertes y duraderas

Montreal sigue la estela de Canadá y cuenta con infraestructuras realizadas con el GGP de Provencher_Roy. Como novedad fundamental está la puzolana de vidrio molido. Esta fue empleada como aglutinante. El resultado, además de mejorar la estructura, ha sido la conservación del medioambiente, por la no emisión de gases efecto invernadero.

Los constructores esperan que la vida de esta construcción llegue a los 125 años, lo que significa que son 50 más que cualquiera realizada con hormigón. Esta estructura es una buena muestra de la sostenibilidad a la que está tendiendo el sector de la construcción.

Se ha hecho un camino para ciclistas y las luces interiores son todas LED. Vista su eficacia, el uso del vidrio molido no deja de crecer y se espera que se vaya empleando en edificios más altos o incluso para los adoquines.