Buena parte de España está disfrutando de unas merecidísimas vacaciones. Otros, en cambio, han tenido ya que enfrentarse a esa temida vuelta al trabajo, que no siempre se lleva de la mejor manera. Incluso, hay personas que estando todavía de descanso ven como no pueden desconectar ni disfrutar porque ya se están imaginando ese regreso. Esto tiene un nombre reconocido por los psicólogos, el síndrome post vacacional, que cuenta con unos síntomas concretos y, sí, ciertas personas son más propensas a sufrirlo.
Primero de todo, ¿qué es el síndrome post vacacional? Como explican desde Quirónsalud, se refiere “al malestar emocional” que puede surgir después de regresar de unas vacaciones, “en forma de un conjunto de síntomas que suelen durar entre unos pocos días hasta algunas semanas”.
¿Cómo podemos saber si lo estamos sufriendo? La médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Elisabeth Herrero Vila, y el médico especialista en Medicina Familiar y Preventiva, Jordi Esquirol i Caussa, explican en el blog de salud de Mapfre que los principales síntomas son malestar, ansiedad, depresión, disminución del rendimiento, palpitaciones, sudoración, aumento de las frecuencias respiratoria y cardíaca, temblores y los cambios de humor.
También se puede experimentar una sensación de hastío y cansancio prolongada, tristeza, incapacidad para disfrutar y fobia social.
Las características de las personas más propensas a tener síndrome post vacacional
Sabiendo qué es el síndrome post vacacional y sus principales síntomas, los psicólogos coinciden en que hay ciertas personas que son más propensas a sufrirlo. Y, de hecho, suelen tener unas características. Así lo explica el psicólogo clínico y director del Centro Psicosanitario Galiani, José Antonio Galiani, explica en una entrevista para Telecinco que “aquellas personas menos pacientes consigo mismas, más perfeccionistas, más autoexigentes… les va a parecer inadecuado esta sensación de adaptación a la rutina y a la vuelta al trabajo”. Por tanto, señala que estos rasgos de la personalidad “van a ser predictores de un desencadenante de síntomas cognitivos, emocionales, anímicos y fisiológicos de la vuelta a la rutina”.
Por su parte, desde la clínica Manuel Cassinello, informando en el blog de su web que “las personas que tienen una menor resistencia ante la frustración, los trabajadores que disfrutan de periodos vacacionales largos, que trabajan en entornos poco agradables, no les gusta su trabajo o se consideran poco valorados en sus puestos, son más propensos a sufrir síndrome o depresión post-vacacional”.
Desde el Instituto de Psicoterapia Familiar Sistémica y Adicciones (ITAD) también coinciden en que las personas más propensas a sufrirlo son “aquellas que han desarrollado menor resiliencia y menor tolerancia a la frustración a lo largo de su vida, los que disfrutan de unas largas vacaciones y los que también vuelven a un entorno laboral hostil”.
