Tras la entrada en vigor de la Ley 7/2023, del 28 de marzo, que protege los derechos y el bienestar de los animales, en España se establecieron nuevas obligaciones para los dueños de perros y gatos, especialmente en lo relativo al cuidado, la identificación y la tenencia responsable. Ahora, es la Unión Europea quien da un paso más, y es que el Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo provisional para fijar normas mínimas comunes en todos los países miembros. El objetivo es mejorar el bienestar de perros y gatos, aumentar la trazabilidad y frenar el comercio ilegal de animales.
Se trata del primer acuerdo europeo que regula de forma unificada la cría, la venta y la tenencia de estos animales dentro de la UE, con medidas que afectarán directamente a criadores, tiendas, refugios y particulares que compren o adopten perros o gatos.
El acuerdo alcanzado entre el Parlamento y el Consejo es todavía provisional, pero se espera que sea adoptado a partir de 2028. A partir de su puesta en vigor, los países miembros deberán adaptar su normativa nacional para cumplir los mínimos europeos.
Todos los perros y gatos deberán estar identificados y registrados en una base de datos
Uno de los puntos clave del acuerdo, según explican desde el Consejo de la Unión Europea, es que todos los perros y gatos, incluso los ya existentes, deberán estar identificados con microchip y registrados en una base de datos nacional antes de ser vendidos o donados. Las bases de datos de los distintos países estarán conectadas entre sí y serán accesibles en línea, permitiendo que un animal pueda ser rastreado aunque cruce fronteras.

En el caso de animales importados desde fuera de la UE, también será obligatorio su registro en un plazo máximo de cinco días hábiles.
Nuevas reglas de bienestar animal
El acuerdo introduce por primera vez en la legislación comunitaria criterios mínimos de bienestar que deben cumplir los criadores, refugios y establecimientos de venta, aunque los Estados miembros podrán aplicar medidas más estrictas si lo desean.
Estas son algunas de las principales medidas incluidas:
- Se limita la frecuencia de cría y se fija una edad mínima y máxima para los animales reproductores.
Se prohíbe la cría entre parientes cercanos, como padres e hijos, hermanos o abuelos y nietos, salvo en casos muy concretos de razas locales. - No se permite la cría con especies silvestres ni la reproducción de animales con rasgos físicos extremos que puedan afectar a su salud.
- Quedan prohibidas las mutilaciones dolorosas, como el corte de orejas o cola, salvo por indicación veterinaria.
- Los perros deben salir al exterior o ser paseados diariamente a partir de las ocho semanas de edad.
- Se excluyen de la cría las hembras que hayan tenido dos cesáreas y también los animales con malformaciones graves o rasgos perjudiciales para su bienestar.
Además, ningún perro o gato que haya sido mutilado o que tenga rasgos físicos extremos podrá participar en competiciones, exposiciones o espectáculos.
La norma también establece que los responsables del cuidado de los animales deberán acreditar conocimientos adecuados sobre su comportamiento y necesidades básicas. Y a los animales que provengan de terceros países, se exigirá que cumplan normas equivalentes a las de la UE.

