La doble estafa para robar gasolina y dinero a los conductores: presta atención

El timo afecta a los usuarios cuando van a echar combustible en las estaciones de servicio. Un descuido puede suponer un disgusto y una pérdida económica.

Hombre contando dinero en efectivo junto al depósito
La doble estafa para robar gasolina y dinero a los conductores: presta atención Envato
Fernanda Lencina

Con el precio de la gasolina subiendo en España, ser víctima de una estafa donde echar combustible genera perder dinero, es algo que todo conductor querría evitar. Esto sin tener en cuenta el disgusto que produce ser engañado por los delincuentes, que actúan en las estaciones de servicio. En esta ocasión, se recomienda a los usuarios que presten mucha atención a su entorno a la hora de llenar el depósito de combustible.

Este nuevo timo tiene dos partes afectadas, por un lado, el conductor que está repostando y, por el otro, el cliente que llegará después para hacer lo mismo con su vehículo. Por lo tanto, no solo deben tener cuidado los que están usando el surtidor, sino también los que están detrás. Pero entonces, ¿en qué consiste la estafa de la gasolinera?

La doble estafa de la gasolina: ¿cómo funciona?

Surtidores

La dinámica de esta estafa tiene los aspectos comunes de los que suelen aprovecharse los delincuentes para robar: el descuido de sus víctimas y el ganarse su confianza. En primer lugar, los estafadores seleccionan a su persona objetivo, un conductor que esté llegando al depósito de su vehículo con combustible. Al verlo, se acercan para ofrecer ayuda con la tarea y una vez que tienen el control del surtidor, mientras la víctima se va, no colocan la boquilla para terminar de repostar.

Al no cortar el suministro de combustible, los delincuentes ofrecen a otros conductores gasolina para llenar el depósito, obligándolos a que paguen con dinero en efectivo para poder así engañar a más personas. Esto ocurre principalmente en las estaciones de servicio donde los usuarios deben pagar primero, y después, según el consumo, se les cobra lo que corresponde o se le devuelve la cantidad sobrante.

Si el delincuente toma la manguera del surtidor antes de que se coloque la boquilla para cortar el suministro, la máquina entenderá que aún se sigue echando combustible, por lo que no parará hasta que se alcance el importe que previamente introdujo el usuario. Así es como los delincuentes después de que la primera víctima se ha ido, ofrecen reporte a los siguientes clientes, convirtiéndolos en sus segundas víctimas.

Según advierten las autoridades, la única forma de evitar el engaño es estar atentos a la hora de echar gasolina al entorno, ser uno mismo quien coloque la boquilla en el surtidor, verificar que se finalice la operación y por último imprimir el comprobante de pago.

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